Primero fue un fuerte dolor abdominal hace dos semanas, después una operación de la vesícula y este fin de semana un ingreso por urgencias en la clínica Avidanti de Manizales. Y este jueves, luego de luchar, como lo hizo toda la vida desde una cabina de radio, Javier Giraldo Neira falleció a los 78 años por un paro cardiorespiratorio.

El hombre que le llevó a todo un país con su voz el récord de la hora de Martín Emilio Cochise Rodríguez el 7 de octubre de 1970, en México, tuvo muchos quebrantos de salud, de a poco fue perdiendo la memoria y una infección generalizada sin explicación terminó con la existencia del conocido como el decano del periodismo deportivo, el formador de decenas de comentarista, el implacable, el crítico, pero a la vez justo, el que impulsó a que hoy en día la capital caldense sea cuna de grandes comunicadores.

El abogado que nunca ejerció las leyes (se graduó de la Universidad de Caldas) prefirió siempre los micrófonos y el fútbol, y el baloncesto y toda disciplina que fuera olímpica, más aún si había un colombiano en competencia.

En abril de 2016 comentó su último partido, un duelo entre Once Caldas y Millonarios en el estadio Palogrande que terminó a favor del visitante con un tanto de Michael Rangel. El país entero rinde homenaje al periodista que durante 50 años intentó cambiar el molde, llegar hasta el fondo a través del análisis, de la mano de la veracidad, y que nunca quiso dejar su ciudad, pues la fama y el reconocimiento no le importaron tanto como hacer de Manizales la capital de los comentaristas deportivos.