Los más románticos del fútbol han dicho, desde tiempos de antaño, que el juego más popular del mundo no se puede mezclar con la política, que son mundos distintos y que, de juntarlos, se perdería la esencia de ambos conceptos. Desde los mismos tiempos de antaño, el deporte y los temas gubernamentales se han mezclado para el beneficio de dictadores, de naciones o de ideologías. 

Con respecto a las jornadas electorales en sudamérica y los problemas de orden público en varias partes del mundo, aquí un especial con historias de futbolistas vinculados a este medio tan volátil como la política.

Gerard Piqué es uno de los jugadores de fútbol más populares y destacados de estos tiempos. Actualmente milita como defensa central en el FC Barcelona. Nació el 2 de febrero de 1987 en la capital de Cataluña. A los diez años empezó a materializar su sueño cuando sus padres lo apoyaron para que entrenara en las categorías inferiores del club blaugrana, incorporándose al Alevín B. Desde ese momento supo que su posición sería la de zaguero y ahí jugó en las fuerzas básicas del equipo culé, aunque no quiere decir que su capacidad para hacer goles fuera escasa.

 En 2004, firmó su primer contrato profesional con el Manchester United, cuadro en el que se formó como profesional. Debutó con el primer equipo del club inglés ante el Crewe Alexandra. Gracias a su buen desempeño, al año siguiente las directivas decidieron ampliar su contrato con el club. Dos años después, el Real Zaragoza y los diablos rojos acordaron el préstamo del jugador por una temporada. El catalán jugó como central y mediocentro defensivo.

En 22 partidos de Liga marcó dos goles. El equipo logró clasificar para la Copa de la UEFA finalizando sexto en la Primera División española. Luego de cumplir con su objetivo en el equipo, en 2007 volvió a Manchester. Gerard Piqué fue uno de los mejores jugadores de esa temporada, junto con Cristiano Ronaldo, tanto en la Premier League como en la Liga de Campeones, venciendo al Chelsea F.C. en la tanda de penaltis. Finalmente, el defensa central fichó con el conjunto que lo vio crecer futbolísticamente en el 2008 y se ha mantenido en la plantilla titular del equipo hasta la fecha.

Fuera de las canchas, Piqué se ha caracterizado por sus proyectos como empresario, sus tendencias políticas y sus inclinaciones hacia el independentismo catalán. Un movimiento basado en el principio de que Cataluña es una nación soberana, aludiendo a un relato histórico de su cultura, lengua propia y derecho civil catalán y, sobre la afirmación de que esta región no alcanzará su máxima plenitud cultural, social ni económica mientras forme parte de España.

El independentismo considera que Cataluña es una nación oprimida por el país ibérico desde su ocupación por las tropas borbónicas en 1714, y por la prohibición de su lengua en la administración, a través de los decretos de Nueva Planta promulgados por Felipe V entre 1707 y 1716. La mayoría de los partidarios de esta corriente política, no solo aspira a la independencia de esta comunidad en sentido estricto, sino también a la unión de lo que denominan Países Catalanes.

El jugador del Barcelona ha mostrado en diferentes ocasiones estar de acuerdo con la independencia del territorio catalán, generando impacto mediático en el público, con declaraciones como la que emitió después de un partido: «Si las televisiones españolas que están aquí, dedicáran más tiempo al juicio que hay de los presos políticos, que es súper injusto, y la gente de España pudiera ver un poco más lo que pasa, en vez de hablar del VAR, iríamos un poco mejor como país”.

En 2017 se mostró abiertamente a favor del referendo del 1 de octubre y en su cuenta de Twitter escribió:  “Votaremos”. En otra ocasión, durante un partido entre España y Albania, se cortó las mangas de una camiseta que tenía una franja con los colores de la bandera. Posteriormente se puso una camiseta interior de manga larga debajo, logrando que no se vieran los colores de la bandera de España en su brazo. En síntesis, se trata de un jugador que no ha dudado en asumir un rol político como figura pública.