La llegada de Hanna, el primer huracán que toca Estados Unidos en lo que va del año, no llega en un buen momento debido a las dificultades generadas por la crisis sanitarias. Aunque hoy se degradó a la categoría de tormenta tropical, dejó destruida una parte del muro que mandó construir Donald Trump en la frontera con México para evitar la entrada ilegal de migrantes centroamericanos.

“Se espera un debilitamiento adicional a medida que el centro de Hanna se mueva más hacia el interior y que el ciclón se debilite a una depresión tropical más tarde hoy y se disipe el lunes”, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC). Hasta el momento no hubo informes inmediatos de víctimas o daños graves, y tanto México como Texas habían levantado todas las advertencias de tormentas costeras por la tarde.

Los meteorólogos advirtieron sin embargo que las fuertes lluvias podrían producir «inundaciones repentinas que amenazan la vida» en el sur de Texas y deslizamientos de tierra en los estados del norte de México.

Por el otro lado está el huracán Douglas en el Pacífico, que en las últimas horas se extendía sobre las islas hawaianas. Una advertencia de huracán fue lanzada para los condados de Maui y Kauai, así como para Oahu, la isla en la que se encuentra Honolulu, una ciudad de poco menos de 350.000 habitantes.

“Se pronostica un debilitamiento gradual durante las próximas 48 horas, pero se espera que Douglas siga siendo un huracán a medida que avanza por las islas”, señaló el NHC. Además, agregó que se esperaba que la tormenta trajera olas y lluvias potencialmente peligrosas y destructivas de hasta 380 mm.

En Honolulu, el alcalde Kirk Caldwell abrió centros de evacuación con espacio para 1.600 personas, pero advirtió que deberían usarse como una «última opción», y que aquellos que necesiten refugio deberían usar tapabocas, tomarse la temperatura y cumplir con requisitos de distanciamiento social, informaron medios locales.

Caminos inundados en Texas

El presidente Donald Trump tuiteó cuando Hanna tocó tierra el sábado que su administración trabajaría en coordinación con las autoridades estatales, e instó a los lugareños a “proteger a su familia y sus propiedades”.

Además de los daños del muro, las imágenes capturadas por CBS mostraron carreteras y un parque de caravanas en la ciudad costera de Corpus Christi, en Texas, cubierto de escombros y árboles caídos. Algunos automovilistas incluso desafiaron caminos inundados, mientras un observador de tormentas tomaba fotos de la playa desde un paseo azotado por el viento.

Las autoridades locales se preparaban para posibles tornados en la noche en el sur de Texas, ante lo cual la Cruz Roja abrió tres refugios en todo el estado. El acuario del estado de Texas anunció su cierre tras algunos daños causados por la tormenta.

Hanna llegó a Texas en momentos en que el estado enfrenta una dura situación con un aumento exponencial de contagios de COVID-19, y luego de que las autoridades anunciaran el uso obligatorio de barbijo para frenar la propagación del coronavirus.

Las autoridades de Estados Unidos, el país más golpeado por la pandemia con más de 4,2 millones de casos, tendrán que encontrar la forma de proteger a los residentes que puedan verse obligados a abandonar sus hogares por los huracanes de esta temporada.