La ciudad de Leópolis, al oeste de Ucrania, se ha convertido en un punto de partida para muchos ucranianos que desean salir del país.

Muchos gobiernos occidentales han trasladado sus embajadas de Kiev a Leópolis, cerca de la frontera con Polonia. Desde aquí miles de personas emprenden el viaje a otros países europeos.

A Polonia han llegado cerca de 300.000 refugiados ucranianos, Hungría contabiliza unos 80.000, mientras que Moldavia, Rumania y Eslovaquia han acogido más de 30.000 personas.

La Unión Africana expresó su preocupación por las denuncias de actos racistas en las fronteras para recibir a ciudadanos de ese continente o permitir que abordaran autobuses y trenes.