El príncipe Hussein bin Abdalá de Jordania, hijo de los reyes Abdalá y Rania, no ha dudado un segundo en vestirse con el tradicional camuflado de las Fuerzas Armadas de su país para saltar a la primera línea de la “batalla contra el coronavirus”. De hecho, ahora es extraño verlo sin el uniforme militar. Como muchos líderes globales se ha arremangado las manos para ayudar a los afectados por el brote de COVID-19.

El heredero al trono del Reino Hachemita de Jordania viajó al norte de su país esta semana para servir en las operaciones de distribución de alimentos y suministros médicos a la población, la cual se encuentra confinada por orden del gobierno para detener la propagación de la pandemia.

“Hoy tenemos la oportunidad de ser uno de los primeros países que sale a salvo de esa crisis. Por eso, tenemos que ser pacientes, por aquellos que luchan esta batalla mientras permanecemos en casa”, dijo el príncipe heredero tras su visita.

Sus mensajes de ánimo y agradecimiento en medio de la crisis tienen un claro objetivo: acercarse a las nuevas generaciones para fortalecer los lazos hacia el futuro. Para muchos en el país, el príncipe Hussein representa el futuro y la modernidad de la monarquía jordana. Empezó a figurar en la agenda de relaciones internacionales de Jordania en 2015, cuando apenas era un quinceañero, interviniendo en la Conferencia de Naciones Unidas sobre la juventud organizada en su país. También le dio la bienvenida a la canciller alemana Ángela Merkel en 2017 y a Guillermo de Inglaterra en 2018.

Cada vez son más las ceremonias y actos oficiales que cuentan con el protagonismo del príncipe Hussein, considerando cada evento como una preparación personal para cuando le llegue el turno de asumir el título.

Como toda la realeza moderna, ha hecho una carrera académica por las más prestigiosas instituciones del mundo. En 2016 se tituló en Historia Internacional en la Universidad de Georgetown en Washington, donde se han graduado algunos de los personajes más importantes para la política estadounidense. Un año después se graduó de la Academia Militar Snadhurst en Reino Unido, una formación fundamental para su papel como heredero. Y como la mayoría de los millenials, Hussein no pierde un momento para compartir sus actividades en redes sociales. El príncipe heredero cuenta con cerca de dos millones de seguidores en Instagram a los que les comparte sus cenas, sus juegos de fútbol y sus prácticas de guitarra. También sus momentos con su hermana Salma, quien también ha tenido un papel revolucionario dentro del reino, pues se convirtió en la primera pilota militar de Jordania. 

Según el exsecretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, el príncipe Hussein está destinado a ser “uno de los grandes líderes del siglo XXI”. Ahora, entre sus tareas más destacadas está la ayuda a su pueblo en medio de la emergencia, pero antes de ello estaba liderando poderosas iniciativas para fomentar la tecnología en su país y las relaciones con instituciones académicas en el extranjero para permitirles a sus connacionales ampliar sus estudios.