Ivanka Trump es casi que la sombra de Donald Trump. Está a su lado en cualquier acto público, lo acompaña en todos los viajes internacionales (incluso más que su esposa, Melania). Desde que el magnate llegó a la Casa Blanca, esta mujer es su asesora absoluta: su protagonismo crece con el paso de los días, como quedó comprobado durante la Cumbre del G20 en Alemania.

En medio del plenario, en el que hablaban 19 líderes mundiales, Trump se levantó de su lugar y dejó las discusiones en manos de Ivanka, quien a pesar de ser su asesora no es miembro del gabinete. Ella sólo guardó silencio. Pero los críticos del presidente estadounidense no.

El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, opinó en términos más generales sobre la extremadamente consecuente salida de EE.UU. del escenario mundial con Trump: «muchas cosas pasaron en la cumbre (del G20), pero en general fue un trago vergonzoso para nuestro país y nuestros ideales».

Trump salió en su defensa. «Cuando salí de la Sala de Conferencias para reuniones cortas con Japón y otros países, pedí a Ivanka que ocupara el asiento. Muy común. ¡Angela M. (Merkel) está de acuerdo!», explicó Trump a través de su cuenta personal de Twitter.

La canciller alemana, Angela Merkel, al ser preguntada al respecto, indicó que entra dentro de las competencias de cada delegación decidir quién de sus integrantes sustituye al presidente en caso de ausencia. «Es obvio que Ivanka trabaja en la Casa Blanca», apostilló Merkel.

Mientras, en otro tuit, Trump sugirió que los comentarios en los medios serían muy distintos si las protagonistas de lo ocurrido hubieran sido su rival demócrata en las elecciones presidenciales, Hillary Clinton, y la hija de esta, Chelsea.

En ese caso, los «Fake News», como califica Trump a la mayoría de los principales medios de comunicación de EE.UU., estarían ya promoviendo una candidatura de Chelsea Clinton a la Casa Blanca, según el mandatario.

Chelsea Clinton quiso responder a Trump y, también en Twitter, dijo que a su madre ni a su padre, el expresidente Bill Clinton, «nunca» se les hubiera ocurrido pedirle a ella ocupar su asiento en una cumbre, como hizo el presidente con su hija.

En diciembre pasado, la primera reunión que tuvo su padre como presidente electo con un líder extranjero, con el japonés Shinzo Abe en su residencia de Nueva York, ella estaba en la habitación. El entorno de Trump fue inmune a las insinuaciones sobre nepotismo. Después Ivanka  se sentó al lado de la canciller alemana, Angela Merkel, durante una reunión bilateral en Washington. Cuál es el papel oficial de la hija del presidente en estas ocasiones es algo que nunca ha sido aclarado completamente.