Una fuga que se quedó con la etapa. Un ataque de Thomas de Gendt que lo llevó a lograr su primera victoria en la Vuelta a España y una buena reacción de Jarlinson Pantano, quien finalizó en la segunda posición y logró el quinto top-3 para un colombiano en esta competencia. Así se definió la fracción 19 de la ronda ibérica que terminó en Gijón con un sprint entre nueve de los 19 corredores que hicieron parte de los escapados del día.

«Sabía que era un corredor fuerte, venía sufriendo todo el día, pero quedo satisfecho con el resultado», dijo Jarlinson Pantano tras finalizar la fracción en diálogo con el Canal Caracol. «No me he sentido como lo esperaba, pero he tomado esto día a día y estoy trabajando duro por Alberto Contador, quien es un líder fantástico», precisó el colombiano.

Y mientras Pantano llegaba a línea de meta, atrás Contador nuevamente atacaba. Lo hizo solo sin agüeros. Soñó despierto, pero al madrileño lo despertaron los hombres de Froome de una fuga a 2,5 kilómetros de meta. Así que entraron los favoritos unidos, sin ceder tiempo y sin cambios en la general. La cita del Angliru así se presenta: Froome al frente, el italiano Nibali a 1.37 minutos, el holandés Kelderman a 2.17 y Contador quinto a 3.34 y 1.17 del podio. «Llego bien al final, pero el podio está lejos», dijo.

La etapa empezó movida de Caso, un pequeño concejo situado en el corazón del Parque Natural de redes. Se formó una fuga soñadora con 21 corredores. De nuevo Rojas (Movistar), «recórdman» de fugas, el maillot verde Trentin (Quick Step), el esloveno Mohoric, ganador en Cuenca, un ilustre doble podio en el Tour como el francés Bardet, la calidad de Rui Costa y Jungels, la experiencia de De Gendt, el rey de la montaña, Villella, y la ilusión de dos únicos asturianos del pelotón, Dani Navarro y García Cortina.

Un grupo de muchos quilates en día de licencia para rodar. Los rescoldos de la crono y de los Machucos aún se acusan, y la sombra del Angliru es muy alargada, y temible. Así que el pelotón sacó el pañuelo para despedir el grupo. Villella a lo suyo, puntuar en los puertos para alejar a «Supermán» López en la clasificación de la montaña. Sumó en el Alto de la Colladona, el único primera en el menú astur que incluía 4 dificultades, y más tarde en Santo Emiliano, de tercera, en cuyo punto, kilómetro 64, quedó claro que el pelotón no quería líos, que era mejor darse tregua y guardar fuerzas para el Angliru. Cruzó la cima a 15 minutos.

De Gendt, el belga que ganó la etapa del Ventoux en el Tour 2016, cuando Froome se hizo atleta corriendo a pie, pasó al frente en la Falla de Los Lobos (3a), y en Pola de Siero Trentin araño 3 puntitos para tratar de llevar con pleno derecho un jersey verde que le pertenece a Froome. Entre tanto Iván García Cortina (Bharein), de 21 años, debutante en una prueba grande y más joven del pelotón, inició una escapada con un final de esos que se sueñan: ganar en Gijón, su ciudad natal, en su tierra, y en el Día de Asturias.

Soñando sobre la bici se lanzó Iván, a 30 de meta, quien vio que las cosas venían de cara cuando abrió un minuto de renta en la subida al Alto de San Martín de Huerces, puerto incómodo de 4.5 kilómetros al 7.2 por ciento, pero iluminado con banderas y la banda sonora de la afición, de los suyos. Locura desbordante ante el intento del «guaje», quien coronó con 6 segundos sobre el peor enemigo posible, el francés Romain Bardet. Hasta Gijón un descenso para valientes. Bardet pronto alcanzó al asturiano, y después se unieron Rui Costa y Roche. Mientras el cuarteto bajaba, Contador subía como un cohete San Martín de Huérces. Otro ataque de un desatado Contador que volvía a enseñar los dientes. Arriba 39 segundos a Froome y compañía. Otro sueño en juego, el podio del madrileño.

El cuarteto en fuga recibió a otros cinco hombres para discutir el pastel de Gijón. Uno de ellos, De Gendt, un corredor de resultados. En la recta de llegada no perdonó. Arrancó García Cortina, aguantó, y cuando se desataba el delirio llegó el belga para despertarle del sueño de su vida. De Gendt, ganador del Tour (Ventoux) y Giro (Stelvio), completó la trilogía con la Vuelta (Gijón). Segunda victoria de la temporada tras la obtenida en el Dauphiné para un luchador del pelotón.

Y por detrás caducó la revolución de Contador. A 2,5 de meta el Sky le echó el guante al de Pinto. Todos juntos a pensar en el Angliru. Cita final, decisiva. Ahí se aclarará todo, en el Olimpo del ciclismo español, en el infierno del norte español. La vigésima etapa se disputa este sábado entre Corvera de Asturias y el Alto de L’Angliru, con un recorrido de 117,5 kilómetros. Antes de afrontar las terribles rampas del coloso asturiano que conduce a meta con rampas del 25 por ciento, el pelotón tendrá que superar otros dos puertos exigentes de primera, el Alto de la Cobertoria y del Cordal. De la cima saldrá la foto del podio de Madrid.