Varios medios británicos se han hecho eco por la muerte de Samantha Jenkins, de 19 años, y especialmente por la que podría ser la causa de su muerte: masticar demasiado chicle.

Según recoge el Daily Mail, la joven llegó a masticar hasta 14 barras de chicle al día. En junio de 2011 falleció luego de sentir un fuerte dolor de cabeza y colapsar. En el hospital Morriston donde fue atendida, los médicos estaban impresionados con los bajos niveles de minerales en su cuerpo y encontraron en su estómago grandes cantidades de chicle.

La causa de la muerte de Jenkins fue una hipoxia, causada por convulsiones debido a los bajos niveles de sal, calcio y magnesio.

La madre de Samantha, Maria Morgan, ha luchado desde la muerte de su hija por aclarar las causas de su muerte y ha llevado el caso hasta un juzgado.

El Dr. Paul Griffiths, un patólogo consultado por un juzgado de instrucción de Swansea, declaró que era posible que la goma de mascar encontrada en el estómago de la joven hiciera más difícil que su cuerpo absorbiera tan importantes minerales y sumado a los efectos laxantes por el consumo excesivo de los endulzantes que se encuentran en los chicles, redujeron los niveles de los minerales.

Sin embargo, el Dr. Griffiths aclaró que aún con la evidencia encontrada en el cuerpo de Samantha esta no es suficiente para concluir que haya sido el consumo de goma de mascar la causa de su muerte.

“Creo que hay un potencial de que el chicle cause este tipo de problemas, pero no es un hecho concreto”, concluyó  Griffiths.

La madre de Samantha declaró: “Quiero respuestas sobre la muerte de mi bella hija para que mi familia pueda ponerle un cierre a la situación y tal vez crear más conciencia sobre estos aditivos o poner advertencias en los empaques”.