La Casa Blanca sabe que el libro de John Bolton, exasesor de seguridad presidencial, podría entorpecer la defensa de Donald Trump en el juicio político que actualmente se lleva a cabo en su contra. Lo último que necesita el mandatario es que exfuncionarios de su gabinete comiencen a soltar información sensible que pueda darle a los demócratas razones para destituirlo. 

Por eso mismo se anunció hoy que se prohibirá la publicación del texto, argumentando que contenía información clasificada El Consejo Nacional de Seguridad (NSC) dijo en una carta dirigida Charles Cooper, el abogado de Bolton, que tras una revisión preliminar del texto -proceso que aplica a cualquier empleado de la Casa Blanca que escriba un libro- se constató que contiene «una cantidad significativa de información clasificada».

«Parte de esta información está en el nivel de máxima confidencialidad», dijo el NSC en la misiva, y agregó que «el manuscrito no puede publicarse ni divulgarse sin la eliminación de esta información clasificada».

Los demócratas presionan para que el Senado cite a Bolton como testigo en el juicio contra Trump tras divulgarse que el borrador de su libro «The Room Where it Happened» («La habitación donde sucedió») corrobora la acusación de abuso de poder en contra el mandatario. Según los informes, Bolton indica que el presidente quería congelar la ayuda militar a Ucrania hasta que Kiev abriera una investigación sobre Joe Biden, su posible rival demócrata en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020, y su hijo Hunter. 

El presidente Trump no demoró en reaccionar: «Fue despedido porque, francamente, si lo hubiera escuchado, ya estaríamos en la Sexta Guerra Mundial, y sale e INMEDIATAMENTE escribe un libro desagradable y falso. Todo clasificado de Seguridad Nacional», tuiteó. 

«Ponerle fin»

Las posibilidades de que el juicio político contra Trump culmine con una destitución es prácticamente imposible, pues el oficialismo republicano cuenta con una mayoría de 53 votos contra 47, y se requieren dos tercios (67 votos) para lograrlo. Sin embargo, a menos de 300 días de las elecciones presidenciales, se espera obtener información embarazosa contra el candidato en su reelección.

En el cierre de su alegato el martes, la defensa del presidente pidió a la Cámara Alta que absuelva a Trump «lo más rápido posible». «Es hora de ponerle fin», dijo Pat Cipollone. Los 53 senadores republicanos se han unido ahora en torno a su presidente, pero las revelaciones de John Bolton cambiaron el escenario.

El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, admitió el martes que no tiene suficientes votos en este momento para bloquear la demanda de testigos, para la cual alcanza con una mayoría simple.

Al experimentado estratega le quedan tres días para tratar de impedir que los pocos senadores republicanos moderados, incluidos Mitt Romney, Susan Collins y Lisa Murkowski, apoyen a los demócratas en una votación que se espera el viernes a última hora.