Desde el pasado 10 de julio cuando Diosdado Cabello anunció que se ausentaría un tiempo de la vida pública, tras haber dado positivo para COVID-19, no se sabía nada de su estado de salud. Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y número dos del chavismo, sigue desde entonces muy activo en las redes sociales, pero no volvió a hacer su programa “Con el mazo dando”.

Este lunes 3 de agosto, sin embargo, Cabello reapareció. Lo hizo durante una transmisión televisada de una reunión del presidente, Nicolás Maduro, con su gabinete. Uno a uno varios ministros y funcionarios se fueron conectando por videollamadas con el mandario.

Cabello se conectó, pero sólo telefónicamente. Y de acuerdo con los venezolanos ni si tono ni su modulación sonaban a Diosdado Cabello; y entonces estallaron las redes. Miles de ciudadanos de ese país comenzaron a especular sobre el estado de salud de Cabello.

“Me encuentro en fase de tratamiento. Por eso no puedo salir en video”, dijo al final de la comunicación. Una vez que terminó el contacto, Maduro arremetió contra la oposición.

“Aquí hay problemitas con el sonido. Los escuálidos están diciendo que el que está hablando no es Diosdado. Son unos imbéciles. ¿Quién es entonces: Guaidó, Leopoldo López, Ramos Allup?”, expresó el mandatario.

Momentos después Cabello, a través de su cuenta de Twitter, agradeció el interés por su salud..

La vicepresidenta Delcy Rodríguez se apresuró a acallar las dudas y escribió, también en Twitter, un saludo muy cariñoso a Cabello. “Como batallador que nunca se entrega ante las peores dificultades, hoy nuevamente haces feliz a nuestro pueblo, el mismo que ve en ti uno de los suyos, que nunca lo abandona porque alimenta tu alma y conciencia para la batalla! Estamos felices”.

Venezuela superó su récord diario de muertos y de contagiados por la COVID-19, con seis fallecidos y 715 infectados con esta enfermedad, con lo que ya son 18.574 los casos registrados del SARS-CoV-2, de los que 164 han perdido la vida, informó el viernes Nicolás Maduro. Sin embargo, expertos de la Universidad John Hopkins en EE. UU., que hace el conteo de los casos a nivel mundial, consideran que esta información no se ajusta a la realidad del virus en la región.