Dos de los tres hombres que ayer participaron en un tiroteo con la Policía en pleno centro de Buenos Aires tras asaltar una joyería continúan prófugos de la Justicia, mientras que el otro permanece hospitalizado con heridas graves pero estable.

Por su parte, la jueza y el empleado judicial que transitaban por la zona en ese momento y que recibieron disparos en las piernas se encuentran internados, fuera de peligro, en un centro privado de la capital argentina.

El suceso tuvo lugar este martes, a primera hora de la tarde, cuando tres hombres ataviados con sombreros de vaquero entraron a robar a una joyería en pleno centro porteño, a pocos metros de la transitada avenida Corrientes.

Alertados por las alarmas, varios agentes acudieron al lugar y fueron recibidos a tiros por los delincuentes.

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Los ladrones emprendieron entonces la fuga en una camioneta hasta que se chocaron con un vehículo y tuvo lugar un tiroteo.

Tras ello, robaron otro vehículo y continuaron la huida, pero fueron retenidos frente a una pizzería, donde se repitieron los disparos.

Según revelaron desde la Policía de la ciudad, dos de ellos lograron escapar y continúan con paradero desconocido.

Mientras, el tercero fue trasladado en estado muy grave al hospital con una herida de bala en el tórax, aunque este miércoles se encuentra estable y evoluciona favorablemente.

En un primer momento, los ladrones emprendieron la huida en una camioneta Ford y comenzó la persecución policial, pero después de dos primeros intercambios de tiros, chocaron contra otro vehículo.

Entonces, se bajaron de su auto, robaron otra camioneta de marca Peugeot y continuaron su huida con ella hasta que se detuvieron en la esquina de la calle Paraná y Corrientes frente a una pizzería.

Un testigo del final de la persecución y trabajador de esa pizzería, Gonzalo Álvarez, dijo a Efe que, en primer lugar, vio «un policía corriendo y persiguiendo a una camioneta», que ya era el modelo Peugeot que los ladrones robaron después de estrellarse.

Álvarez relató que el agente disparó a la camioneta y, acto seguido, los delincuentes empezaron a «responder» los disparos.

«Cuando se empezó a escuchar mucho tiroteo, la gente se empezó a tirar al suelo y nos empezamos a refugiar todos», afirmó el testigo, que aseguró que los clientes de la pizzería y el resto de trabajadores vivieron «asustados» durante los veinte minutos que, según él, duraron los acontecimientos.

«Se escuchaban muchos disparos, salían policías de todos lados, no sabíamos qué podía pasar», destacó.

Al acabar los disparos, el testigo vio cómo las fuerzas de seguridad reducían a dos personas «tiradas en el piso» fuera de la camioneta, que quedó parada con las ruedas pinchadas frente a la pizzería, en la esquina entre la Avenida Corrientes y la Calle Paraná.

En un principio, se creyó que eran cuatro los asaltantes que se hicieron pasar por turistas para robar la joyería, pero finalmente la policía averiguó que eran tres.

Los agentes retuvieron a una cuarta persona al considerarla «dudosa», pero la liberaron al considerar que era ajena a la banda, de la que aún se busca a dos de sus miembros, que huyeron con éxito.

Los otros dos heridos en el tiroteo, transeúntes que caminaban cerca del tiroteo, son un hombre de 40 años, empleado judicial, con un impacto de bala en el tórax y una mujer, jueza laboral, que recibió un disparo en una pierna.