La junta militar de Birmania prometió este miércoles elecciones “libres y justas” durante los festejos del 75.º aniversario de la independencia del país, pocos días después de aumentar a 33 años la pena de cárcel para la exlíder civil Aung San Suu Kyi.

“Una vez que las prescripciones del estado de urgencia se cumplan, se organizarán elecciones libres y justas conforme a la Constitución de 2008″, dijo el jefe de la junta Min Aung Hlaing a soldados y respaldos reunidos en Naipyidó.

El ejército, protagonista de un golpe de Estado hace dos años contra el gobierno civil de Suu Kyi, ya había anunciado previamente la celebración de elecciones en 2023, consideradas por Estados Unidos como una “farsa”.

El estado de urgencia decretado por la junta expira a finales de enero. Según la Constitución, las autoridades deberán entonces planificar la organización de unos nuevos comicios.

El jefe militar no ofreció un calendario preciso para la votación y se limitó a señalar que la comisión electoral designada por la junta se estaba reuniendo con partidos políticos para discutir un “sistema electoral de representación proporcional”.

Según expertos, la junta podría desechar el sistema mayoritario a una vuelta que permitió las amplias victorias en 2015 y 2020 del partido de Aung San Suu Kyi, la Liga Nacional para la Democracia (LND).

En febrero de 2021, el ejército se levantó contra su gobierno alegando irregularidades en las elecciones de 2020 aunque los observadores internacionales las habían calificado de justas y libres.

Desfile militar y amnistía

El anuncio coincidió con una demostración de fuerza del ejército por el 75.º aniversario de la independencia de Birmania el 4 de enero de 1948, tras una lucha contra el poder colonial británico encabezada por el general Aung San, padre de la depuesta líder civil.

Desde el amanecer, tanques, lanzadores de misiles y vehículos blindados desfilaron por la capital Naipyidó, ante la mirada de funcionarios y estudiantes de colegio, constataron periodistas de la AFP.

La prensa estatal también indicó que se soltaron 750 palomas de la “paz” para conmemorar la fecha.

Posteriormente, la junta, que suele decretar amnistías en fechas señaladas, anunció la liberación de 7.012 presos, aunque no especificó si los indultos implicarán a personas detenidas por su oposición al golpe militar.

Según la Asociación de Asistencia a Presos Políticos, más de 13.000 personas detenidas por la junta por disidentes se encuentran todavía encarceladas.

El portavoz de la junta, Zaw Min Tun, no respondió a la AFP si entre las medidas de gracia se contemplaba un traslado de la líder civil Aung San Suu Kyi a un régimen de arresto domiciliario.

Ganadora del premio Nobel de la Paz en 1991, se encuentra detenida desde el golpe que puso fin a un breve periodo democrático en este turbulento país del sudeste asiático.

La semana pasada, un tribunal militar culminó un largo proceso contra la líder de 77 años y elevó a 33 años de cárcel su condena por un amplio abanico de acusaciones.

Gran parte de Birmania ha estado envuelto en combates entre las tropas de la junta y rebeldes opositores desde que los militares tomaron el poder hace casi dos años.

Birmania proclamó su independencia del mando colonial británico el 4 de enero de 1948, tras una lucha encabezada por el general Aung San, padre de la depuesta líder civil Suu Kyi.

El día de la independencia solía ser conmemorado con juegos de calle, marchas y congregaciones en espacios públicos.

Pero tras el golpe, las celebraciones públicas han tenido poca participación porque la gente se queda en casa como protesta contra la junta.

Corresponsales de la AFP observaron un aumento de la seguridad en Rangún, corazón comercial del país golpeado por una serie de atentados con bombas en los últimos meses.