Carles Puigdemont anunció el pasado jueves su renuncia a ser escogido nuevamente presidente catalán y designó como sucesor a un compañero de filas novel en política, Quim Torra, que fue investido como sucesor de Carles Pugdemont este lunes.

Este editor de 55 años, miembro del ala dura del independentismo catalán y diputado del grupo parlamentario de su antecesor Juntos por Cataluña, consiguió ser escogido por 66 votos a favor, 65 en contra y 4 abstenciones de la facción más radical del separatismo.

Su nominación para convetirse en el nuevo presidente de la comunicad autónoma de Cataluña fue polémica, especialmente  por ciertos comentarios xenófobos que el independista publicó hace un tiempo en su cuenta de Twitter. A pesar de que eliminó cualquier rastro, El País de España recopiló algunos de los mensajes.

– «Los españoles solo saben expoliar».

– «Evidentemente, vivimos ocupados por los españoles desde 1714».

– «Franceses y españoles comparten la misma concepción aniquiladora de las naciones que malviven en sus Estados».

– «Fuera bromas. Señores, si seguimos aquí algunos años más corremos el riesgo de acabar tan locos como los mismos españoles».

– «Vamos en coches particulares y nos lo pagamos todo. No hacemos como los españoles».

– «Los españoles en Catalunya son como la energía: no desaparecen, se transforman».

– «Vergüenza es una palabra que los españoles hace años que han eliminado de su vocabulario».

– «Sobre todo, lo que sorprende es el tono, la mala educación, la pijería española, sensación de inmundicia. Horrible».

– «Oír hablar a Albert Rivera de moralidad es como oír a los españoles hablar de democracia».

– «[Los del PSC], pobres, hablan el español como los españoles».

 

En los próximos días se definirá si efectivamente Torra ocupa el cargo. Lo cierto es que, así trate, no puede esquivar el pasado y los comentarios que hizo.

Con la renuncia a la presidencia de Puigdemont, el líder independentista, cesado de la presidencia regional por Rajoy tras la fallida declaración de independencia de finales de octubre, busca desbloquear la formación de un gobierno en Cataluña y terminar con seis meses de control de la región por parte de Madrid.

Tras seis meses de parálisis política, la rica región nororiental estaba en riesgo de celebrar nuevas elecciones si no se investía a un nuevo presidente antes del 22 de mayo.

El primer acto de Torra será viajar el martes a Berlín para visitar a quien sigue considerando como «el presidente legítimo en el exilio», Carles Puigdemont, quien siguió en directo en su ordenador la investidura de su delfín. Después deberá jurar el cargo y formar gobierno en esta región con 7,5 millones de habitantes, requisito para que se levante la intervención de la autonomía catalana decretada por Madrid tras la fallida declaración de independencia del 27 de octubre.