México, uno de los países con menos vacaciones en el mundo, está tratando de cambiar las condiciones para los trabajadores en el país. El Congreso debate una reforma para aumentar los días de descanso a 12 una vez cumplido el primer año de trabajo. En la actualidad, los empleados reciben solo seis de vacaciones luego de cumplir un periodo de un año en su trabajo. El problema es más pronunciado en México, aunque parece ser una tendencia en toda la región. Recogiendo las cifras de cada país, podemos observar que hay una gran brecha entre los días de descanso que se reciben en el continente americano y los que se reciben en Europa.

Aunque la reforma fue una noticia bien recibida por la población, esta semana los mexicanos recibieron un baldado de agua fría: la bancada de Morena, el partido del gobierno, comunicó que el debate sobre el incremento de los días de vacaciones quedó suspendido hasta nuevo aviso.

“Por instrucciones del senador Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, le solicito atentamente se difiera la discusión del dictamen de las Comisiones Unidas de Trabajo y de Estudios Legislativos, en materia de vacaciones dignas para dos sesiones consecuentes; esto para poder llevar a cabo un mayor análisis sobre el tema”, dice un documento entregado al presidente del Senado, Alejandro Armenta.

Monreal, jefe de la bancada de Morena, dijo que esto no significa que el debate se haya hundido, aunque se resistió a dar un pronóstico de cuándo puede volver a la mesa. Detrás del aplazamiento podría estar la presión del sector empresarial, que no ve con buenos ojos la reforma y pide que sea de manera gradual. La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), por ejemplo, pidió que se otorguen nueve días desde 2023 y a partir de 2024 se entre con la medida de los 12 días de vacaciones luego del primer año, que aún son pocos en comparación con otros países de la región y deficientes frente al descanso que reciben los europeos.

¿Por qué México tiene tan pocos días de vacaciones?

Los artículos 76 y 78 de la Ley Federal del Trabajo establecen que hay una base para los trabajadores en México: seis días de descanso luego del primer año. A partir de allí, cada empleado suma dos días por año hasta llegar a 12 días hasta el cuarto año. Después de este periodo, las vacaciones aumentan dos días por cada cinco años de trabajo.

Esto quiere decir que, bajo las reglas actuales, un empleado o empleada en México debería trabajar de manera continua durante mínimo 10 años en la misma empresa para alcanzar la misma cantidad de días que se obtienen en Chile, Colombia, Ecuador o Bolivia al primer año.

El problema no es nuevo y parte de esta Ley Federal del Trabajo que se decretó en 1970, durante la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz. Así como en otros lugares del mundo, las leyes sobre el trabajo en México establecen condiciones mínimas favorables para los empleados, lo que los deja sin herramientas para pelear por sus derechos. Por otro lado, arma a los empleadores con una enorme capacidad para explotar a la clase trabajadora. Según expertos, durante años el gobierno de turno ha querido satisfacer a la clase empresarial y por eso no se ha presentado una gran reforma a esta ley.

¿Por qué es importante que los mexicanos tengan más días de vacaciones?

Según las estadísticas mostradas por la bancada de Morena, el 75 % de los trabajadores en el país padece fatiga por estrés laboral. Estos números son incluso peores que los de países como Estados Unidos o China. Tener descanso es clave para mejor la productividad y la salud de los trabajadores, quienes al no salir de vacaciones pueden tener efectos negativos en su sistema neurológico y en la parte emocional.

A la larga, según le dijo Karen Valdez, terapeuta con enfoque de género de la Facultad de Psicología de la UNAM a Animal Político, no tender descanso le impedirá a los empleados “rendir mejor en su trabajo”.

Pero cabe destacar que no solo son los días de vacaciones, sino la carga en la jornada laboral sobre la que muchos empleados han visto un aumento desde el inicio de la pandemia, y que ya era enorme comparada a otras naciones de la región.

Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el empleado mexicano trabajaba un promedio de 44 horas a la semana en su trabajo principal para 2014, ocho horas más que el promedio del resto de países de la organización. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) reveló en 2020, antes de la pandemia, que en el país se trabajaban más de 48 horas semanales. La ley no protege al empleado de estos excesos.

La Ley Federal del Trabajo dice que la jornada máxima debe ser de ocho horas al día, es decir, 48 horas por semana y solo reconoce un día de descanso por jornada semanal. Después del inicio de la pandemia, se reportaron cada vez más casos de personas que trabajaban hasta 56 horas por semana.

“Debe haber un esquema de jornadas justas también, porque estamos sobresaturando a la persona en su día a día y esperamos que en 10 o 12 días se recupere y eso no va a ser posible por todo el estrés acumulad”, resaltó Valdez.