El presidente mexicano adjudicó la tardanza al luto que creó la semana pasada la masacre de 19 niños y dos maestras en una escuela en Uvalde, Texas. También citó el tiroteo y la discusión política sobre las armas como un ejemplo de la “polarización” que afecta a Estados Unidos. “Yo creo que por esta circunstancia el presidente Biden no ha podido darnos una respuesta, pero hay tiempo y le tenemos a él confianza”, reiteró.

López Obrador ha creado una polémica regional, pues está condicionando su asistencia a la Cumbre a que la Casa Blanca invite a todos los países de la región, incluyendo a Cuba, Nicaragua y Venezuela. Su postura la han secundado Bolivia, Guatemala y naciones de la Comunidad del Caribe (Caricom), mientras que países como Argentina, Honduras y Chile han replicado las críticas, aunque sin retirar su asistencia.

El líder mexicano reafirmó que “está muy claro” que “si se invita a todos los países”, él asistirá de forma personal a la Cumbre, o, de lo contrario, irá “en representación del Gobierno el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard”. Argumentó que él debe cumplir con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos que establece la Constitución. Cuestionado sobre cuándo definiría su postura, indicó que está dispuesto a esperar toda la semana. “No hay prisa. Afortunadamente es aquí, con nuestros paisanos, amigos, vecinos de Los Ángeles. Es cuestión de llegar a Tijuana y viajar dos horas por carretera”, mencionó.