Diputados mexicanos desecharon este miércoles la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto para reconocer constitucionalmente el derecho de toda persona mayor de 18 años a contraer matrimonio, independientemente del sexo de los contrayentes.

Por 19 votos en contra, ocho en favor y una abstención, los integrantes de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados pusieron fin al proceso legislativo de la reforma presentada por el Ejecutivo para consolidar el criterio emitido el año pasado por la Suprema Corte, que consideró inconstitucionales las leyes estatales que prohíban el matrimonio homosexual.

Peña Nieto declaró al presentar la iniciativa en mayo pasado que con la modificación al artículo cuarto constitucional se reconocería como «un derecho humano que las personas puedan contraer matrimonio sin discriminación alguna».

El proyecto establecía que el derecho a contraer matrimonio no podría ser sujeto a discriminación por origen étnico o nacional, género, discapacidades, condición social, religión o preferencias sexuales.

Legisladores de los izquierdistas Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y algunos del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), se expresaron en favor de la reforma pues consideraron que era «compromiso democrático con el avance de los derechos humanos, la igualdad y la no discriminación».

El diputado Agustín Basave, del PRD, aseguró que su motivación principal para sustentar el voto favorable «es la no discriminación», que dijo «tiene que ver efectivamente con el artículo primero de la Constitución».

«Yo quiero decirles que yo soy católico, y a mucha honra, pero también creo en la separación Estado-Iglesias y este me parece el caso paradigmático de esa separación», expuso.

Legisladores del conservador Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el Partido Encuentro Social, Nueva Alianza y algunos del PRI consideraron que corresponde a cada entidad federativa legislar en materia civil, por lo que no era necesaria una reforma constitucional.

Argumentaron que la autonomía de los estados «iría en detrimento» y que la iniciativa presidencial presentó «inconsistencias jurídicas».

Movimiento Ciudadano se abstuvo al asegurar que su bancada estaba dividida y «no se daría paso a imposiciones», por lo que de esta forma se respetaba la opinión de cada uno de sus miembros.

El dictamen presentado por la Comisión de Puntos Constitucionales, que preside Guadalupe Acosta, del PRD, retomaba en sus términos la iniciativa presidencial sobre matrimonio igualitario al considerar que reconocía la dignidad humana y respetaba los derechos de las personas.

En mayo, el presidente Enrique Peña Nieto presentó una iniciativa para darle reconocimiento constitucional al matrimonio homosexual, y desde entonces grupos en favor y en contra han realizado marchas en varias ciudades del país.

El nuevo nuncio apostólico en México, el italiano Franco Coppola, dijo el que el tema del matrimonio homosexual no debe confrontar a México sino provocar un diálogo para «encontrar la solución más apta para este país».

«No creo que sea bueno para el país confrontarse, ir a una lucha, hacer una cuenta para ver cuantos están en favor y cuantos en contra», dijo Coppola en conferencia de prensa en la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México.

El religioso señaló que el tema ha generado un debate que ha dejado en claro que hay personas que no se sienten apreciadas y que no sienten que gozan de todos los derechos.

«Es una magnífica oportunidad para practicar el diálogo. Intercambiar insultos o prejuicios no sirve de nada y hay que entenderse», abundó.