Diego Pablo Simeone fue un destacado volante ‘5’, como lo llaman en su natal Argentina, a la cual representó, por ejemplo, en Copas del Mundo. Otra albiceleste que lo vio trasegar por el verdes césped, fue la de Racing Club. En el equipo de Avellaneda inició su carrera como director técnico, la cual ha sido resaltante desde que arribó a su amado Atlético de Madrid, en diciembre de 2011.

El ‘gaucho’, que también vistió y ganó títulos con la camiseta ‘colchonera’ como jugador, fue entrevistado por el diario El País de España y habló de diversos temas que convergen su actualidad en el ‘Atleti’:

Su figura dentro del club: “En una charla con Guardiola me dijo que el Barcelona como club estaba haciendo importantes a todos y eso se lo compro. Nadie puede sentirse más importante que el club. Me siento muy querido y muy respetado, incluso muchas veces hasta la gente del eterno rival te saluda y te valora el trabajo. La verdad que eso lo siento doble, porque no es fácil ver en el rival cosas positivas y muchos lo ven”.

Rendimiento de los fichajes: “Este año necesitábamos un poco más de vértigo porque nos sentimos más identificados en esa velocidad de ejecución y por eso apuntamos a Vietto, Jackson, Correa… Sabemos que Óliver, después de su paso por el Oporto, nos da una expectativa y una ilusión enorme del reemplazo casi natural que puede ser de Arda. La llegada de Carrasco nos invitaba a ver un jugador con unas condiciones enormes de velocidad y de transición defensa-ataque muy buenas, pero con cosas por corregir tácticamente. Por eso hoy nos acercamos más al 4-3-3, porque Carrasco nos despertó esa posibilidad de tener vértigo sin perder orden. Pero le exijo que haga goles porque tiene buen disparo y uno contra uno”.

Desafío desde que es técnico del Atlético: “Tengo un desafío continuo desde que me subí a un avión un 25 de diciembre de hace ya cuatro años y medio que era volver a posicionar al Atlético entre los mejores del mundo. ¿Cómo? Siendo molesto, con la esencia del club, con el fútbol que tiene el equipo porque hay historias en los clubes y es muy difícil cambiarlas. Puedes decir: “Me gustaría jugar como el Barcelona”. Pero no somos el Barcelona y no lo vamos a ser nunca. Si quieres traer esa forma de jugar es muy difícil que perdure porque lo que te va a hacer perdurar es la historia, la esencia, es la fuerza que te llevó a ser un gran club a tu manera”.

Rendimiento de los delanteros: “Si vamos a las ocasiones, Jackson podía haber hecho siete goles, Fernando otros siete, Vietto, cinco o seis. Está en la precisión final, en la ejecución, porque la situación la han tenido. Si no las tuvieran sí me preocuparía, pero es verdad que necesitamos esos goles para crecer”.

Kranevitter: “Lo relaciono con el primer Mascherano o con Matías Almeida. Cómo llegue o cómo lo veamos es una incógnita y una expectativa. Es un recuperador de mucho trabajo desde el orden, con muchas cosas para mejorar porque es joven y como le digo no es fácil jugar en el medio. Es como darle a alguien a tu hijo para que le cruce la calle, no se lo puedes dar a cualquiera”.

Maradona: “Aprendí de él la pasión con la que vivía este juego. Lo que más me llamó la atención fue que nunca un compañero habló mal de él y eso quiere decir que el tipo siempre tuvo una relación con la gente que tuvo que convivir de una nobleza tremenda. En Sevilla, con Claudia, por entonces su mujer, me llevaba a comer a su casa todos los días. Yo tenía 22 años, estaba solo y son cosas que no se olvidan”.

Autodefinición: “Transparente, como me ve. La cara me delata, desgraciadamente si entro a un sitio enojado o triste se me ve. Me dicen que cambie la careta, pero me cuesta”.