El miércoles 4 de julio los ciudadanos de Nantes vivieron otra noche de violencia y disturbios. Carros y varios edificios, incluyendo tiendas, un centro comercial y una biblioteca fueron quemados. El Gobierno francés desplegó a las fuerzas del orden en la ciudad francesa en donde los disturbios no cesan.

El día anterioar, un joven de 22 años, Aboubakar Fofana, murió por un disparo en un control policial en el barrio de Breil. Su muerte desencadenó motines en varios barrios de esa ciudad ubicada en el oeste de Francia.

El premier ministro francés, Édouard Philippe, visitó Nantes este jueves, y allí aseguró que “condena firmemente” los disturbios en algunos barrios de la ciudad, además de prometer  “transparencia” en las investigaciones sobre la muerte del joven.

Por su parte, la alcaldesa de Nantes, Johanna Rolland, declaró: “Nuestras primeras prioridades son la transparencia, la vuelta al orden y una confianza renovada en el Estado y las instituciones”.

Según el periódico francés Le Monde, Aboubakar Fofana es originario de la región Valle del Oise, situado al norte de París, y llevaba un rato viviendo en Breil donde tenía familia. La víctima estaba bajo vigilancia policial cuando fue detenido en un control en el barrio de Breil  la noche del martes 3 de julio. Según las fuerzas del orden, le tenían vigilado por la sospecha de que se dedicaba al tráfico de estupefacientes.

Aboubakar Fofana estaba manejando un carro ‘Nissan’ de alquiler cuando la policía le pidió su cedula (es obligatorio siempre llevarla en Francia). La policía local asegura que un agente de policía lo mató con un disparo en el cuello, cuando la víctima intentó huir dando marcha atrás al vehículo. En la huida casi atropella a un agente.

No obstante, varios testigos han desmentido las afirmaciones de las autoridades. Según el testimonio de un joven anónimo, publicado por una periodista local, Fofana habría dado marcha atrás al vehículo sin herir, ni tener la intención de herir, a ningún agente: “No había policía detrás del carro. Sólo hubo un disparo”.  El fiscal Pierre Sennès anunció en un comunicado este jueves que el agente autor del disparo fatal ya está en custodia, y que la investigación está abierta.

Los hechos de esta semana tienen precedentes en Francia. A finales de 2005, había disturbios parecidos a lo largo del país tras la muerte de dos jóvenes musulmanes de origen africano mientras huían de la policía en una “banlieue” (suburbio desfavorecido) de París.

Desde hace unos meses las relaciones entre los jóvenes y las fuerzas del orden están muy aguzadas en el barrio donde murió el joven. Una treintañera le dijo al periódico local Ouest France que “no le sorprenden” los hechos de los últimos días. La semana pasada, tras varios incidentes de uso armas de fuego en Breil, el gobierno desplegó a las Compañías Republicanas de Seguridad (CRS) en el barrio.

Esta última ola de disturbios provocada por la muerte de Fofana se ha desarrollado principalmente en tres barrios de la ciudad: Breil, Malakoff y Dervallières. Manifestantes incendiaron un centro comunitario de Malakoff, un acto en el que se destruyeron más de 10.000 libros y juegos para niños.

En Breil, varios jóvenes incendiaron un centro comercial y les lanzaron proyectiles y bombas molotov a los agentes de policía. Las autoridades respondieron con gas lacrimógeno. Las imágenes de llamas, vitrinas reventadas y fuerzas especiales no concuerdan con esta ciudad próspera, conocida por su escena cultural y su arquitectura. Laurent Petetin, residente de Nantes, aseguró que el ambiente en la ciudad está “tenso” y que hay “agentes de policía por todos lados”. El técnico de radio agregó que el transporte público había sido cortado más temprano de lo normal este jueves 5 de julio.

Según medios locales, varios jóvenes están en custodia. El más joven de entre ellos tiene 13 años. En la mayoría de los casos los manifestantes fueron detenidos por actos de violencia contra agentes de policía.

Anouk Durocher, estudiante originaria de Nantes, explica que la muerte de Fofana y los hechos consecuentes tienen un contexto sociopolítico mucho más amplio: “A mi parecer, es una cuestión de exclusión social para los jóvenes y de presión sobre las fuerzas del orden en un ambiente de seguridad muy tenso”.

Las reformas laborales y económicas del presidente francés Emmanuel Macron han provocado muchas tensiones en esta ciudad tradicionalmente izquierdista. En abril manifestantes en Nantes quemaron una efigie del mandatario francés.

Además de las protestas violentas, Nantes también está de luto. En la tarde de este jueves tuvieron lugar también protestas pacíficas en el barrio donde murió el veinteañero. Un joven llamado Stephy le dijo a Ouest France que la víctima era un “joven súper”, y que a él le gustaban el fútbol, la música rap y danzas originarias de la Costa de Marfil.  Los dolientes marcharon bajo el eslogan: “Justicia para Abu, policía por todos lados, justicia en ningún lado”, según el mismo periódico.