Con el antiguo dorsal 11 de Neymar en la espalda, el joven atacante francés Ousmane Dembélé fue presentado este lunes por el Barcelona, que pagó por él 105 millones de euros para llenar el vacío dejado por el brasileño.

«Estoy muy contento de estar en el mejor club del mundo con los mejores jugadores del mundo. Mi objetivo es aprender de los mejores jugadores del mundo, de Luis Suárez, de Messi», afirmó en rueda de prensa el futbolista de apenas 20 años.

Delgado y habilidoso con ambas piernas, el internacional francés llega procedente del Borussia Dortmund tras el pago de 105 millones de euros más 45 millones en conceptos variables, la segunda operación más cara de la historia.

«Eso no me mete presión. Es el mercado de traspasos que se ha vuelto un poco loco. Francamente, yo no le presto atención», aseguró.

También evitó las comparaciones con el brasileño Neymar, marchado a principios de agosto tras cuatro temporadas de azulgrana al París Saint-Germain por la suma récord de 222 millones de euros.

«No estoy aquí para reemplazar a Neymar. Barcelona necesitaba un jugador en esta posición y me llamaron a mi y yo daré todo por el equipo», afirmó.

«Neymar es uno de los mejores jugadores del mundo. Yo soy joven, es mi segunda temporada de profesional, aprendo todos los días, no tengo más que 20 años», insistió, asegurando que llega al Barcelona «para crecer todavía más».

«Tenemos un equipo competitivo» 

Aunque el club todavía espera cerrar una o dos llegadas antes del cierre del mercado, el presidente Josep Maria Bartomeu aseguró que con el francés «tenemos un equipo competitivo que puede optar ahora a los mayores éxitos».

Dembélé podría haber llegado hace un año, reconoció el director deportivo del Barça Robert Fernández, pero la dificultad de tener minutos en ataque con el tridente Messi-Suárez-Neymar lo hizo decantarse por el Borussia Dortmund, que pagó 15 millones de euros al Rennes francés.

La precipitada marcha de Neymar cambió la situación y Dembélé decidió forzar su marcha dejando de asistir a los entrenamientos con su club.

«Con el Borussia todo fue bien excepto al final donde fue completamente mi culpa, porque yo lo quise. Como he dicho, si no hubiera pasado esto, habría sido muy difícil venir a Barcelona», afirmó sobre el enfrentamiento con su anterior club, desde que decidió ausentarse de los entrenamientos a principios de agosto.

Y para él, vestir la elástica azulgrana es «un sueño hecho realidad». «Desde que tengo ocho años, miro los partidos del Barcelona».

Presentación accidentada 

Llegado el domingo a Barcelona, el extremo internacional de 20 años pasó el lunes por la mañana la revisión médica antes de acudir al estadio azulgrana donde firmó un contrato de cinco años con Josep Maria Bartomeu.

La firma se retrasó por un «problema burocrático», en principio el envío tardío de un documento por parte del Borussia Dortmund, informó el Barcelona.

Esto retrasó unas dos horas el programa de la presentación, a la que acudieron unas 18.000 personas según el club, lejos de las 50.000 presentes en la llegada de Neymar en 2013.

Entre los aficionados, molestos por la gestión deportiva de la entidad, especialmente tras la marcha del brasileño, se oyeron silbidos y gritos de «Bartomeu dimisión» antes de que saltara al campo Dembélé.

«Estoy muy contento de estar en este club, es el mejor club del mundo con los mejores jugadores del mundo», dijo micrófono en mano el francés. «Espero que hagamos una buena temporada y ganemos todos los títulos con el Barça».

En un mercado futbolístico en hiperinflación, las horas de Dembélé como segundo fichaje más caro de la historia pueden estar contadas si se confirma la marcha de Kylian Mbappé del Mónaco al PSG por 180 millones de euros, según varios medios.