El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró en una declaración que los inversores y clientes del Silicon Valley Bank (SVB) pueden “tener confianza” tras la caída financiera. El banco californiano, que albergaba los ahorros de decenas de startups, se declaró en quiebra la semana pasada, por lo que Biden aseguró hablar “sobre el mantenimiento del sistema bancario resistente”.

En un pronunciamiento corto en la mañana de este lunes, Biden se enfocó asegurar que los clientes e inversores del SVB deberán “tener confianza” en que su dinero estará disponible cuando lo requieran.

“Sus depósitos estarán ahí cuando los necesiten”, aseguró el jefe de Estado. Su anuncio se llevó a cabo luego que los órganos reguladores de Estados Unidos anunciaran un plan de intervención para proteger el dinero que manejaba el SVB.

El presidente aseguró que, como en episodios anteriores de la historia de Estados Unidos, los contribuyentes no asumirán los gastos ni las pérdidas que se originaron por la caída bancaria del SVB y del Signature Bank, otra entidad que fue intervenida por haber manejado “arriesgadamente” los fondos, según dijo el mandatario.

“Los contribuyentes no soportarán pérdidas. Déjame repetir eso. No habrá pérdidas a cargo de los contribuyentes.”, aseguró el demócrata.

Otros de los puntos en que Biden se enfocó fue en asegurar que habrá “responsables” y “judicializados” por lo sucedido. Además, expresó que realizará acciones junto al Congreso para evitar que esta situación vuelva a repetirse en el futuro y que el sistema bancario se “refuerce”.

“Comentaré cómo mantendremos un sistema bancario resiliente para proteger nuestra histórica recuperación económica”, dijo el domingo por la noche en un comunicado, en el que también prometió “hacer rendir cuentas a los responsables de este desastre”.

El presidente, que no respondió preguntas de ninguno de los asistentes a su declaración, expresó que “debemos obtener toda la información sobre lo ocurrido y que los responsables rindan cuentas”.

El origen del colapso

El SVB, anunció el pasado miércoles que iba a buscar una ampliación de capital para tratar de hacer frente a dificultades financieras que le habían llevado a deshacerse de inversiones por valor de unos 21.000 millones de dólares, con una pérdida de unos 1.800 millones.

Ese anuncio llevó a muchos clientes a retirar sus fondos, tras lo que los reguladores tuvieron que cerrar el banco el viernes por falta de liquidez. Posteriormente se hundió la cotización bursátil de la compañía, lo que a su vez afectó al sector bancario en Estados Unidos y otros países.

El Departamento del Tesoro, la Reserva Federal (Fed) y la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) anunciaron el domingo que los clientes tendrán acceso a partir de este lunes a todo el dinero depositado en el SVB y prometieron un plan similar para el Signature Bank.

Biden avanzó que los gestores de esos bancos “serán despedidos” y recalcó, tal y como habían apuntado los reguladores la víspera, que los accionistas no estarán protegidos. “Si la FDIC se hace cargo del banco, las personas que lo administran ya no deberían trabajar allí. (…) Los inversores no estarán protegidos. Se arriesgaron a sabiendas y cuando el riesgo falla los inversores pierden su dinero. Así es como funciona el capitalismo”, dijo. Su comparecencia intentó disipar los fantasmas de la crisis financiera de 2008.

“La conclusión es la siguiente: Nuestro sistema bancario es seguro. Sus depósitos están seguros. Haremos lo que tengamos que hacer”, añadió Biden, dejando claro que el dinero para asumir las pérdidas del SVB y del Signature Bank procederá de las tasas que los bancos ingresan al Fondo de Garantía de Depósitos