El martes en la noche, la legislatura de Nueva York votó a favor de legalizar y regular la marihuana recreativa para los adultos en el estado. El proyecto, que además borra los registros de personas que previamente fueron condenadas por posesión de cannabis, consiguió 100 votos a favor y 49 en contra.

El gobernador del estado, Andrew Cuomo, estampó su firma en el documento en la mañana del miércoles, convirtiendo oficialmente a Nueva York en el decimosexto estado de Estados Unidos que regula el consumo de cannabis.

“Nueva York tiene un papel histórico de ser la capital progresista de la nación, y esta importante legislación continuará una vez más con ese legado. Espero poder convertir esta legislación en ley”, dijo Cuomo tras la votación de la Asamblea.

Durante décadas, explicó Cuomo, las medidas punitivas por uso del cannabis se dirigieron de manera desproporcionada a comunidades de color con duras penas de prisión. Esta legislación histórica, dice el gobernador, brinda justicia para las comunidades marginadas durante mucho tiempo y además adopta una nueva industria que promete hacer crecer la economía. Según la oficina del gobernador, la legalización podría crear hasta 60.000 empleos nuevos y un ingreso para el estado de US $350 millones anualmente a través de impuestos.

El proyecto de ley permite la posesión de hasta 3 onzas de marihuana (85 gramos) y 24 gramos de concentrado de cannabis para los neoyorquinos mayores de 21 años. La sustancia tendrá un impuesto sobre las ventas del 13 %. Los ingresos tributarios se dividirán con un 9 % para el estado y un 4% para las localidades, según la legislación.

“La Asamblea y el Senado modelaron cómo se ve realmente la democracia cuando la legislatura permite que los movimientos progresistas conduzcan hacia la justicia. Nuestro movimiento no luchó simplemente por el bien de la legalización, pero trabajó durante años para elaborar una legislación arraigada en la justicia racial y económica, en un esfuerzo por reparar los daños y al mismo tiempo establecer un nuevo estándar para la formulación de políticas antirracistas, con conciencia de clase y expansivas de género”, señaló Jawanza James Williams, directora de la organización VOCAL-NY.

El acuerdo también elimina las sanciones por posesión de menos de 28 gramos de cannabis y permitiría la creación de clubes de consumo en donde se podría fumar marihuana, aunque no se podría ingerir alcohol en estos lugares. Las personas podrían tener su propio cultivo de hasta seis plantas en casa para uso personal y se ampliaría el espectro para el uso de la marihuana medicinal en el estado.

La “Ley del Cannabis”, como se le bautizó a este proyecto, destinaría los ingresos fiscales por las ventas de marihuana a las comunidades marginadas, y además crearía una Oficina de Gestión del Cannabis para emitir las licencias comerciales.

“Un porcentaje de los ingresos que se recauden se invertirá en las comunidades de donde provienen las personas que sufrieron encarcelamiento masivo y que todavía viven en muchos casos”, destacó la asambleísta Crystal D. Peoples-Stokes.

Hay que resaltar que la ley tardaría en entrar en vigor por lo menos un año, como ha sucedido en otros estados del país. Hace tan solo unas semanas, el vecino estado de Nueva Jersey también aprobó la legalización del cannabis para uso recreativo y la reducción de la gravedad de las sanciones para la posesión de marihuana.

“Cuando este proyecto de ley finalmente se vote y se firme, Nueva York podrá decir que finalmente hemos deshecho las dañinas leyes de justicia penal que no lograron más que arruinar la vida de las personas”, dijo la senadora estatal Liz Krueger.

Si bien hay mucha emoción por la legalización del consumo recreativo del cannabis, es poco probable que esta decisión acabe con el mercado ilícito. El precio de la marihuana legal es alto, por un lado, y como ya no hay una persecución a los consumidores, estos se sienten más cómodos y pueden acudir al mercado clandestino con mayor confianza.

“El mercado legal no aplastará al mercado ilegal”, le dijo Erick Eschker, codirector fundador del Instituto Humboldt para la Investigación Interdisciplinaria de Marihuana, a Forbes.