Nuevas protestas estallaron este lunes al caer la noche en Irán, donde un policía recibió un disparo mortal según la televisión estatal, un día después de que diez personas murieran en disturbios en todo el país.

La presencia policial era muy fuerte en Teherán, donde pequeños grupos de manifestantes recorrían el centro de la ciudad gritando eslóganes contra el régimen, informaron las agencias de noticias locales.

Según la televisión estatal, un policía murió y otros tres resultaron heridos por disparos de fusil en Nayafabad, en el centro de Irán. Las últimas manifestaciones se producen a pesar de las advertencias del presidente Hasan Rohani, quien afirmó que «el pueblo iraní responderá a los alborotadores».

La agencia de noticias Fars, cercana a los conservadores, mostró un vehículo ardiendo en Teherán. «Un alborotador incendió un taxi y huyó acto seguido», informó por su parte la agencia Mehr. El ministerio de Inteligencia aseguró en un comunicado que «se había identificado a instigadores y alborotadores de los recientes disturbios y algunos habían sido detenidos».

La policía también anunció la detención de «cuatro personas que habían insultado a la bandera sagrada de la República Islámica de Irán» quemándola, según una página web de la televisión estatal.

Es el quinto día de disturbios en varias ciudades de Irán, que comenzaron con protestas contra el poder y las dificultades económicas, el desempleo, la carestía y la corrupción.

Criticando de nuevo al régimen iraní, enemigo jurado de Estados Unidos, el presidente Donald Trump afirmó este lunes que «es momento para el cambio» en Irán, después de haber dicho que «los regímenes opresores no pueden durar para siempre».

«Se trata de un asunto interno iraní», consideró por su parte la diplomacia rusa citada por las agencias de prensa. «Toda intervención exterior que desestabilice la situación (en Irán) sería inadmisible», agregó la cancillería.

Debido a los disturbios, el ministerio de Asuntos Exteriores de Baréin llamó a sus ciudadanos a no viajar a Irán «bajo ningún pretexto» y a quienes ya están en el país a abandonarlo inmediatamente.

Trece muertos

En total, 13 personas fallecieron durante la violencia desatada por las protestas, que comenzaron el jueves en Mashhad (noreste), la segunda ciudad del país. Las autoridades afirman que las fuerzas del orden no disparan contra los manifestantes y acusan a «alborotadores» y «contrarrevolucionarios» armados de infiltrarse entre ellos.

Diez personas murieron el domingo por la noche. Ocho manifestantes murieron en Toyserkan (oeste) e Izeh (suroeste), según los medios. En Dorud (oeste), en un incidente indirectamente vinculado con las protestas, dos pasajeros de un coche murieron cuando unos manifestantes se apoderaron de un camión de bomberos y lo lanzaron por una pendiente, chocando contra el vehículo. Otras dos personas murieron el sábado en esa misma ciudad.

Las protetas continuaron pese a que las autoridades limitaron el acceso a las redes sociales y bloquearon Telegram e Instagram, utilizadas para convocar a manifestarse.

Estas son las primeras manifestaciones de este alcance desde el movimiento de protesta en 2009 contra la reelección del expresidente ultraconservador Mahmud Ahmadinejad. En la represión de este movimiento murieron 36 personas, según un balance oficial, y 72 según la oposición. En una nueva declaración, Rohani aseguró este lunes que «los alborotadores» son una «pequeña minoría que insulta los valores revolucionarios».

«Nuestra economía necesita una gran operación de cirugía, debemos estar unidos», afirmó e insistió en la determinación del gobierno para «solucionar los problemas de la población», en particular el desempleo. Rohani, elegido para un segundo mandato en mayo, facilitó a Irán salir de su aislamiento, con el levantamiento de las sanciones internacionales impuestas por sus actividades nucleares.

Este levantamiento de sanciones -con la firma en 2015 de un acuerdo histórico con las grandes potencias sobre el programa nuclear iraní- auguraba una mejoría de la mala situación económica pero los frutos del acuerdo se hacen esperar.

Frustración

Frente a las protestas antigubernamentales, este lunes se organizaron manifestaciones de apoyo al poder y contra los «alborotadores» en varias ciudades del país, como Rasht, Zanján, Ahvaz y Takestán.

Desde el inicio de los disturbios, unas 400 personas fueron detenidas, 200 en Teherán, según los medios. Pero un centenar de ella fueron después puestas en libertad.

«Lo que hace que los iraníes salgan a la calle son los problemas económicos cotidianos, la frustración ante la falta de empleo, la incertidumbre sobre el futuro de sus hijos», explica a la AFP Esfandyar Batmanghelidj, fundador del Europe-Iran Business Forum.

Según este experto, los altercados de los últimos días surgieron por las medidas de austeridad adoptadas por Rohani, como las reducciones en los presupuestos sociales o el alza de los precios de los carburantes.