Los ojos del mundo están centrados en China ya que está a pocas semanas de inaugurar los Juegos Olímpicos de Invierno y aún siguen apareciendo casos de COVID-19 en el país. Esta vez fue en la ciudad de Pekín.

Ocurrió en el lado oeste de la ciudad, en un edificio comercial; una mujer, quien se encontraba trabajando, dio positivo para COVID-19. Inmediatamente el Gobierno decidió hacer un cierre total y encerró a todos los trabajadores en sus oficinas sin previo aviso. Ningún trabajador puede salir de dicho edificio y están obligados a realizarse una prueba de COVID-19, de acuerdo con CNN.

Este fue el primer caso de ómicron en la ciudad. El Gobierno ha estado en alerta máxima ya que hace unas semanas se dio un brote de ómicron en la ciudad de Tianji, la cual queda a solo 30 minutos de Pekín. Esta localidad y otras dos más se encuentran en cuarentena total y, hasta ahora, hay más de 20 millones de personas encerradas en total.

El caso en Pekín en particular alertó al Gobierno porque esta mujer ni ha salido del país ni ha estado en contacto con un caso confirmado. Se presume, entonces, que esta nueva variante se esté propagando dentro de la comunidad.

Desde que se conoció el contagio, el Gobierno ha actuado de forma inmediata: el cierre de esta oficina se dio de forma rápida, se ha ido rastreando los contactos de esta persona y también se han hecho pruebas extensas en zonas de alto riesgo.

Hasta el momento la cuarentena solo se ha impuesto en la zona donde se encuentra el edificio comercial, que está ubicado a solo 15 minutos del parque donde se llevarán a cabo los Juegos Olímpicos. Mientras la comunidad está confinada, el Gobierno está realizando las pruebas pertinentes y a estos residentes se les permite salir a tomar aire fresco mientras no salgan de su entorno.

Por otro lado, el Gobierno decidió publicar en las noticias el historial de viajes de la mujer en las últimas dos semanas, para así poder hallar nuevos casos. Pero, hasta ahora, no se ha conocido un caso nuevo, pese a que hubo 16.000 personas vinculadas en los lugares que visitó esta mujer.

El gobierno reportó que presume que la persona se contagió después de manejar el correo internacional. Esta no sería la primera vez que el Gobierno chino culpa a los productos extranjeros e importados de causar los brotes locales.

No obstante, de acuerdo con el Centro de Control y la Prevención de enfermedades de Estados Unidos, CDC por sus siglas en inglés, la transmisión en las superficies con COVID-19 es muy baja en comparación con la transmisión aérea.

Para prevenir la propagación de esta variante el Gobierno ha decidido que los colegios en los distritos afectados cierren, junto con algunos lugares turísticos y templos. Sin embargo, en la gran mayoría de áreas de Pekín la ciudad sigue una vida normal sin restricciones ni cuarentena.

Esto no aplica para el aeropuerto. Las autoridades decidieron suspender decenas de vuelos internacionales. Esta semana, por ejemplo, los vuelos de Estados Unidos a China estarán cancelados o suspendidos, de acuerdo con el artículo.

Desde principios de este mes China está luchando con la propagación del virus en varias ciudades. Ya van tres en cuarentena total. En otras, por ejemplo, las autoridades han decidido cerrar espacios públicos y prohibir los servicios en los restaurantes igual que los viajes aéreos a Pekín.