Las elecciones parlamentarias en Venezuela se celebrarán el próximo 6 de diciembre y una victoria de la oposición en la Asamblea Legislativa podría empezar a provocar un cambio en el panorama político del país. Hasta ahora, la mayoría de las encuestadoras le han dado la ventaja a los candidatos opositores, aunque hay otras que favorecen al chavismo. Sólo hasta el domingo, cuando los venezolanos acudan a las urnas, se conocerá el nivel de satisfacción con el gobierno de Nicolás Maduro y la situación económica y política del país.

Son casi 19,5 millones de venezolanos los que están llamados a participar en las elecciones para renovar la Asamblea Nacional de 167 curules, actualmente controlada por los oficialistas con un centenar de escaños. La actual mayoría del oficialismo en esta instancia le ha dado amplias prerrogativas al jefe de Estado para tomar medidas por decreto. Durante esta campaña electoral, el oficialismo ha citado estudios que lo dan como favorito, con un voto “duro” chavista del 40%, y ha descartado un triunfo de la oposición. El propio presidente Maduro ha admitido que estas serán las elecciones “más difíciles” en los 16 años de chavismo, por lo cual ha llamado a vencer “como sea” en los comicios. También ha anunciado que si gana la oposición el oficialismo seguiría gobernando bajo una “unión cívico-militar”. Estas declaraciones, junto a varios episodios de represión contra candidatos opositores, han sembrado serias dudas a nivel internacional sobre las garantías del proceso electoral y lo que pueda suceder tras un eventual triunfo opositor.

Con una victoria de la oposición, que le asegure una mayoría simple en el Parlamento, se esperaría que se limitaran esas medidas que han permitido a Maduro gobernar por decreto, que se impulsaran medidas económicas para sacar a Venezuela de la peor crisis económica de su historia, y que la Asamblea jugara un papel de contrapeso a las decisiones de Maduro. Asimismo, como han señalado los candidatos opositores, se podría buscar una Ley de Amnistía que permitiera la liberación de presos políticos como Leopoldo López, el dirigente del partido opositor Voluntad Popular, recientemente condenado a casi 14 años de prisión.

La última encuesta, de Venebarómetro, le da 15 puntos en intención de voto a la oposición por encima del chavismo. Según este sondeo, realizado en una muestra de 1.200 entrevistados, los opositores cuentan con la preferencia de 42,7% y el oficialismo con un 27,6%, en tanto que un 11% de los electores votaría por candidatos independientes. Además, un 18,7% se declaró indeciso, lo que destaca en una elección que es considerada “muy importante” por el 89,6% de los electores. Un 79,2% manifestó estar completamente seguro de ir a votar.

La encuesta de Venebarómetro expone que la oposición, en el lapso de tres semanas entre octubre y noviembre, elevó 3,6 puntos su intención de voto y 0,9 puntos su ventaja sobre el chavismo. Las fuerzas del oficialismo venezolano, con una amplia campaña electoral encabezada por el propio presidente Nicolás Maduro en actos transmitidos por radio y televisión, también crecieron en preferencia de los electorales, subiendo en el mismo lapso 2,7 puntos porcentuales. Los candidatos independientes, en medio de un clima de alta polarización, han ido perdiendo ímpetu y caen casi 17 puntos tras un techo de 28 puntos en septiembre pasado, mientras que la disminución de los electores indecisos cayó 2,4 puntos, según los datos de Venebarómetro.