La sesión del Parlamento de Kosovo que se adelantaba este miércoles en Pristina, la capital de ese estado, se tuvo que suspender porque miembros del partido opositor Vetëvendosje arrojaron gases lacrimógenos al salón central. Durante la asamblea, los miembros del parlamento realizaban la votación sobre la ratificación del acuerdo fronterizo con Montenegro, una medida que modificaría los viajes de los kosovares por los países de la Unión Europea.

Vetëvendosje, partido ultranacionalista fundado en 2005, alega que este acuerdo supone la cesión de 8.000 hectáreas de territorio nacional a Montenegro. Sobre el acuerdo, el presidente del país, Hashim Thaci, hizo en el mes de febrero un llamado a la unidad política pues “la ratificación del Acuerdo de demarcación con Montenegro abriría el acercamiento a la Unión Europea”. El pacto de demarcación es necesario para Kosovo, pues es una de las condiciones para acercar al país a la Unión Europea.

Kosovo, que acaba de cumplir una década de independencia, afronta varios problemas dentro de su territorio por la inestabilidad política y las tensiones étnicas. De llegar a la Unión Europea, Kosovo integraría el área de libre comercio regional y solventaría su crisis económica. La falta de oportunidades en el estado ha obligado a varios de sus ciudadanos a emigrar a naciones vecinas. Pese a que hay un acuerdo, su adhesión no se ha logrado porque varios de los países miembro de la Unión Europea no reconocen a Kosovo como estado. Además, su integración solucionaría el problema de visado, pues actualmente los kosovares son los únicos ciudadanos de los países de los Balcanes que necesitan este requisito para viajar por los estados miembros del grupo europeo.

Los miembros del Vetëvendosje se encuentran en oposición a que se entreguen las hectáreas nacionales a Montenegro y por esto han realizado interrupciones al debate de ratificación desde el 2015, cuando también lanzaron gases al recinto. Sin la oposición dispuesta a retomar el debate y la votación, el acuerdo seguirá sin validarse, y el ingreso de Kosovo a la comunidad europea continuará posponiéndose.