La organización Human Rights Watch (HRW) exigió este viernes una investigación para averiguar si la aviación rusa ha infringido las leyes de la guerra durante un bombardeo en el centro de Siria, que causó la muerte de 17 civiles.

En un comunicado, HRW explicó que de acuerdo con el testimonio de dos activistas sirios y los equipos de rescate, el pasado 30 de septiembre los ataques aéreos rusos alcanzaron una zona residencial de la localidad de Telbise, en la provincia central siria de Homs.

Aparte de Telbise, grupos locales que operan en el norte de Homs han denunciado que aviones que se cree que eran rusos atacaron también ese día las poblaciones de Zafarana y Al Rastan, donde supuestamente fallecieron 17 diecisiete civiles.

Por el momento, HRW todavía está recopilando información sobre los bombardeos en esos dos municipios.

HRW recordó que la parte septentrional de Homs está controlada por varios grupos opuestos al Gobierno de Damasco, entre los que figuran facciones aliadas del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda.

«Ahora, puede que los civiles sirios tengan que preocuparse por los ataque rusos, incluso cuando están en vecindarios sin objetivos militares aparentes», lamentó el subdirector para Oriente Medio de HRW, Nadim Houry.

El responsable de la ONG estadounidense señaló que «la prioridad de Rusia debería ser proteger a los civiles en Siria y tomar todas las precauciones para evitar perjudicarles».

Testigos han declarado a HRW que los bombardeos se registraron en Telbise sobre las 10.30 hora local (07.30 hora GMT) el pasado día 30, fecha en que comenzó la campaña de ataques aéreos rusos en Siria.

Un profesor de esa localidad afirmó que una escuela y una oficina de correos fueron alcanzados por los bombardeos y murieron civiles, además de sufrir grandes destrozos.

La oficina de correos no funcionaba como tal, porque desde hacía tiempo operaba como una panadería en una zona donde el conflicto ha causado escasez de comida, según residentes en Telbise, citados en la nota.

Cuatro activistas locales y los equipos de rescate en esa área han señalado a HRW que allí no había ningún posible blanco militar como milicianos, cuarteles o almacenes de armas; mientras que el frente de batalla más próximo está a dos kilómetros.

La Defensa Civil de Homs afirmó que al menos 17 civiles fallecieron, entre ellos tres menores y cuatro mujeres, y cuatro resultaron heridos.

El comunicado subraya que los responsables rusos no han hecho mención directa al ataque en Telbise.

Tan solo en una rueda de prensa sobre los resultados del primer día de bombardeos, un portavoz del Ministerio de Defensa ruso dijo que «en las proximidades de Telbise fueron destruidos un cuartel de grupos terroristas de la misma organización (el Estado Islámico) y un depósito de municiones por aviones SU-24″.

HRW recordó que, según las leyes de la guerra, todas las partes en conflictos armados deben distinguir entre combatientes y civiles, y dirigir sus ataques directos solo contra quienes luchan.

Los ataques indiscriminados están prohibidos y todas las partes deben adoptar precauciones para evitar y minimizar las muertes y heridas a civiles, agregó la ONG.

Por este motivo, consideró que las autoridades rusas deberían investigar estas «alegaciones creíbles de que se han violado las leyes de la guerra y publicar sus hallazgos».

HRW opinó, además, que Moscú debería tomar medidas para reducir los daños a civiles en caso de ataques futuros.