El secretario de Estado, Mike Pompeo, dejó claro este lunes que Estados Unidos no planea una intervención militar en Venezuela, aunque aseguró que Nicolás Maduro dejará pronto el gobierno, en un discurso este lunes en el que se refirió a América Latina como «patio trasero» del país.

Pompeo defendió el «realismo» de sus políticas y apoyó un enfoque moderado, dentro de las capacidades de Estados Unidos.  

«Hemos aprendido por la historia que los riesgos de usar la fuerza militar son significativos, por lo que hemos trabajado para privar a Maduro y a sus compinches de los ingresos del petróleo que deberían ser para el pueblo venezolano», dijo Pompeo.

El jefe de la diplomacia afirmó que está seguro de que el gobierno de Maduro va a caer, y comparó su situación a la del dictador rumano Nicolae Ceausescu, que en julio de 1989 dijo que el capitalismo nunca llegaría a su país y que antes del final de ese año murió ejecutado, tras ser derrocado.

«El fin de Maduro se acerca también. Solamente no sabemos qué día», dijo Pompeo en Louisville, Kentucky, cuando faltan poco más de un mes para que se cumpla un año desde que el líder parlamentario venezolano Juan Guaidó se declaró presidente interino y fue reconocido por Estados Unidos como mandatario legítimo del país.

Estados Unidos ha pedido a Maduro desde enero que deje el país, y en abril Pompeo dijo, tras un levantamiento de militar sofocado, que el líder venezolano tenía un avión listo para huir a Cuba. 

A diferencia del resto de la agenda internacional de Estados Unidos, en el caso de Venezuela, Washington ha contado con el apoyo de gran parte de los países occidentales y de América Latina para aplicar sus políticas orientadas a aislar al gobierno venezolano y reconocer a Guaidó. 

«Estoy orgulloso de lo que hemos hecho en la región, queda mucho trabajo por hacer en nuestro patio trasero, en nuestro Hemisferio», dijo Pompeo.