Mientras el Gobierno francés anunció en la noche de este martes que ha ampliado a los territorios de ultramar el estado de emergencia tras los atentados perpetrados el viernes y que dejaron 120 muertos; horas después se conoció que la aerolínea francesa Air France desvió dos vuelos que despegaron desde Estados Unidos y que tenían como destino París, ésto después de recibir amenazas de bomba por teléfono, tal como informó la compañía.

Uno de los vuelos había despegado desde el aeropuerto de Dulles (Virginia, cerca de Washington) y fue desviado hacia Halifax (Nueva Escocia, Canadá), donde los pasajeros fueron evacuados. El segundo había partido de Los Ángeles, EE.UU., y fue desviado a Salt Lake City (Utah), donde los alrededor de 400 pasajeros también fueron evacuados.

Ambos aviones pudieron aterrizar sin problema y por el momento no se tiene constancia de que haya habido daños de ningún tipo. La cadena de noticias CNN informó que el vuelo que había partido de Los Ángeles es identificado con el número 65 de Air France y que recibió la amenaza de bomba desde tierra tras despegar.

Minutos después, el vuelo 55 que cubría la ruta entre Dulles y el aeropuerto Charles de Gaulle de París recibió otra amenaza de bomba, aunque por el momento se desconoce si fue la misma persona la autora de la llamada en ambos casos.

«Varios cuerpos de seguridad están trabajando para determinar la naturaleza de las amenazas que causaron el desvío del vuelo 65», indicó a CNN el agente especial de la división de Salt Lake City del FBI Todd Palmer y no se tiene pista alguna de si las amenazas están vinculadas con el Estado Islámico, autor de los atentados en París.

Mientras tanto Francia completa el tercer día de bombardeos en contra del Estado Islámico, en la ciudad siria de Al Raqa. Este miércoles se reforzará la ofensiva desde el mar, bombardeos que París lanzará, ahora, desde bases militares de Jordania y Emiratos Árabes Unidos.