El presidente ruso, Vladimir Putin, formalizó el viernes en una ceremonia en Moscú la anexión de cuatro territorios ucranianos a Rusia tras un polémico referendo ampliamente denunciado por la comunidad internacional por sus condiciones ilegales. En su discurso, Putin afirmó que los habitantes de regiones ucranianas anexadas serán “nuestros ciudadanos para siempre” e instó este viernes a Ucrania a “cesar inmediatamente las hostilidades” y negociar.

“Instamos al régimen de Kiev a cesar inmediatamente los disparos, todas las hostilidades y volver a la mesa de negociaciones”, expresó Putin en el Kremlin ante funcionarios de gobierno, los diputados y senadores y otros representantes del Estado.

¿Qué implicaciones tiene la anexión?

La anexión supone una escalada mayor en el conflicto, pues implicaría que Moscú, siguiendo su doctrina, podría usar sus armas atómicas para defender los territorios de la contraofensiva lanzada por Ucrania en el este y el sur del país. Esto es preocupante, especialmente después de que Putin dijera que protegería el territorio ruso con “todos los medios”.

“No podemos dejar al presidente Putin que se salga con la suya”, dijo en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, acusando a Putin de “echar leña al fuego”.

Los referendos recuerdan lo ocurrido en 2014 en la península de Crimea, anexada a Rusia después de un voto considerado fraudulento por las capitales occidentales. Esta semana, tras la convocatoria de estas votaciones el martes, los líderes occidentales denunciaron su carácter ilegítimo. En la ONU, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, rechazó las acusaciones y culpó de la situación al “Estado totalitario nazi” de Kiev, acusándole de “rusofobia”.

¿Por qué se llegó a este punto?

En las últimas semanas, dos contraofensivas ucranianas hicieron retroceder a las fuerzas rusas después de meses de estancamiento en terreno. Esto provocó el nerviosismo entre los prorrusos, que debían celebrar esos referendos hasta el próximo 4 de noviembre.

El rechazo internacional ha sido evidente, así como ocurrió en 2014, cuando Moscú anexó la península de Crimea después de un referendo que también se llevó a cabo bajo ocupación militar, sin ninguna represalia en respuesta.

Varios responsables rusos han afirmado que, cuando estas zonas hayan sido anexadas y consideradas por Moscú como parte de su territorio, Rusia podría recurrir a “todos los medios” de su arsenal para defender esa región, como lo sostuvo Putin hace unos días cuando lanzó una nueva amenaza de utilizar armas nucleares si Occidente sigue apoyando a Ucrania.

El ministerio ucraniano de Relaciones Exteriores le pidió a la Unión Europea, a la OTAN y al Grupo de los Siete aumentar su presión sobre Rusia de inmediato, incluyendo la imposición de nuevas sanciones, y aumentar significativamente su ayuda militar.

¿Cuáles son las cuatro regiones que anexó Putin y por qué?

Lugansk y Donetsk, ubicadas en la región ucraniana del Donbás, se encuentran en una zona fronteriza con Rusia. Se trata de una región importante y muy disputada desde 2014 por su producción industrial y su ubicación.

Desde Donetsk, por ejemplo, se tiene acceso al Mar Negro y vía hacia el Mediterráneo. Allí, Moscú ha instalado la mayor parte de sus tropas y el Kremlin ha reconocido este territorio como Estados independientes.

Hacia el sur de Ucrania, el interés de Putin estaba en los territorios de Jerson y Zaporiyia. El primero fue completamente ocupado por Rusia desde el inicio de la invasión. Allí vivían unas 280.000 personas en un territorio de 28.500 kilómetros cuadrados. También es un punto clave, pues tiene una vía de conexión con el puerto marítimo en el Mar Negro.

El otro punto estratégico es Zaporiyia, en donde se encuentra la planta nuclear más grande de Europa, que ha sufrido varios ataques por parte del gobierno ruso. La preocupación de un accidente nuclear no se descarta del todo, pues la planta ha sido atacada con misiles muy cerca del almacenamiento de materiales radioactivos. Tanto Ucrania como Rusia se acusan mutuamente de los ataques.