La bendición Urbi et orbi (que significa a la ciudad, Roma, y al mundo) es la bendición más solemne que un papa imparte. La historia señala que un pontífice la da solamente dos veces al año: el Domingo de Pascua y el día de Navidad, 25 de diciembre.

También es impartida por el Papa el día de su elección; es decir, al final del cónclave, en el momento en que se presenta ante Roma y el mundo como nuevo sucesor de San Pedro.

Este año, en plena pandemia, el papa Francisco la dio de manera inédita el viernes 27 de marzo de 2020. Lo hizo por el momento difícil que apenas comenzaba a transitar el planeta por cuenta de la pandemia de coronavirus, que hoy sigue cobrando víctimas en todo el mundo.

Urbi et orbi se hace desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, llamado por eso el Balcón de las bendiciones, que se adorna con cortinas y adornos, además de que se pone ahí el trono de Pedro, según explica el portal Catholic Net. La bendición solemne está precedida por una procesión en la que participan cárdenales y diáconos que acompañan al papa que va con la cruz, vestido con ornamentos solemnes: mitra, báculo, estola y capa pluvial).

Sin embargo en esta ocasión, por primera vez en la historia, esta solemnidad se realizará desde el Aula de Bendiciones, en un espacio cerrado debido a la pandemia. Será a las 12:00 (Hora Italia), 6 de la mañana, hora colombiana.

¿Por qué es importante esta bendición?

Los católicos del mundo esperan esta bendición con mucha fe porque otorga una indulgencia plenaria, es decir las penas recibidas por los pecados son levantadas, eso sí bajo ciertas condiciones: confesarse y comulgar y que no sean pecados mortales.

“La culpa por el pecado es remitida por el Sacramento de la Reconciliación (confesión), de manera que la persona vuelve a estar en gracia de Dios, por lo cual se salvará si no vuelve a caer en pecado mortal; empero, la pena debida por esos mismos pecados debe ser satisfecha, es decir, se debe reparar y compensar el desorden introducido por el pecado, lo cual se lleva a efecto por medio de la penitencia impuesta en el sacramento, por medio de otras obras buenas y, en último caso, por medio del sufrimiento del Purgatorio”, explica Catholic Net.

De acuerdo a las creencias de los fieles, los efectos de la bendición Urbi et orbi se cumplen para toda aquella persona que la reciba con fe y devoción, incluso si la recibe a través de los medios de comunicación de masas (televisión, radio, internet, etc.), como sucedió en marzo de este año y este 25 de diciembre, pues el papa dará la bendición a puerta cerrada debido a la pandemia.