Rusia lanzó un “potente ataque”, con el apoyo de tanques y de infantería, contra la planta siderúrgica de Azovstal, último foco de resistencia ucraniana en la ciudad de Mariúpol, informó un comandante del batallón Azov que defiende el lugar, se lee en AFP.

“Un potente ataque en el área de Azovstal se está llevando a cabo actualmente, con apoyo de blindados y tanques”, precisó Sviatoslav Palamar, subcomandante de ese cuerpo de combate en un mensaje en Telegram. Las fuerzas rusas realizan, igualmente, “tentativas de desembarco de tropas apoyadas por dos barcos y numerosos efectivos de infantería”, agregó. “Haremos todo lo posible para rechazarlas”, concluyó, exigiendo “medidas inmediatas para evacuar a los civiles”. Según la ONU, 101 personas salieron “exitosamente” de la ciudad portuaria el día de hoy.

A lo largo de los dos meses de guerra, la resistencia ucraniana ha tenido muchos rostros, y uno de ellos es el de los militares ucranianos resguardados en la planta de acero, quienes se han rehusado a salir de allí y a rendirse ante los rusos, incluso cuando estos últimos emitieron varios ultimátums con los que les advertían que de no rendirse, morirán.

¿Qué ha pasado en Azovstal?

Esta no es la primera vez que la planta de Azovstal es atacada durante una guerra. Construida por la Unión Soviética, durante la Segunda Guerra Mundial, dejó de funcionar debido a la ocupación nazi en la zona. Después de ser reconstruida se convirtió en una fábrica que producía más de seis millones de toneladas de acero por año.

Durante la invasión de Rusia a Ucrania, oficializada el pasado 24 de febrero, la acería de Azovstal, que es una de las mayores de Europa, presenta daños importantes.

Este es un complejo industrial ubicado al sureste de Ucrania, cerca al puerto, y se extiende por 11 kilómetros cuadrados. Consiste de una red de naves, vías de tren y túneles subterráneos, en donde ahora están refugiados los civiles y las tropas ucranianas. De acuerdo con las autoridades de Ucrania, en esta planta se encuentra cerca de un millar de civiles ucranianos, entre ellos mujeres y niños, según reporta el diario El País, de España.