El Kremlin decidió no revelar el nombre de la vacuna que recibió el presidente Vladimir Putin el martes. La razón no es clara, pues Dmitry Peskov, portavoz del gobierno, se limitó a decir que fue una decisión deliberada, a la vez que resaltó que las tres vacunas rusas son “absolutamente confiables y efectivas”.

En la actualidad, hay tres vacunas desarrolladas por Rusia: la Sputnik V -la más popular-, EpiVacCorona y CoviVac. Estas últimas dos han obtenido recientemente la aprobación para uso de emergencia.

Hay que resaltar que, al contrario de los líderes occidentales, no hay registro fotográfico de Putin recibiendo la vacuna. Según Peskov, esto se debe a que al mandatario no le gustaba la idea de ser vacunado frente a la cámara. Pero estas decisiones solo alimentan el escepticismo que rodea la vacuna desarrollada por Moscú.

Las cifras de vacunación en Rusia son bajas. Según Daragh McDowell, analista de Verisk Maplecroft en Rusia, esto se debe más a la desconfianza en la vacuna que en la falta de suministros para aplicarla. Los datos de la encuestadora Levada Center sugieren que solo el 30 % de rusos están dispuestos a vacunarse, y el número va bajando. De hecho, la hija del presidente ya había recibido una dosis, pero esto hizo poco para aliviar las preocupaciones de los ciudadanos.

“Se debe, principalmente, a las preocupaciones sobre los efectos secundarios y a que la vacuna no se ha probado lo suficiente. En otras palabras, mientras que el Kremlin recibió un impulso de propaganda al sacar la vacuna primero, esto fue a costa de las dudas sobre su seguridad”, explica el experto.

Ahora, la Sputnik V fue autorizada en un principio para personas de 18 a 60 años, lo que indicaba que Putin, de 68, era mayor para recibir una dosis. Hay que resaltar que tras varios ensayos se demostró que la vacuna rusa era segura para el grupo de personas mayores a los 60 años. Sin embargo, como explica McDowell a la NBC, “el hecho de que Putin haya esperado tanto tiempo para vacunarse no habrá pasado desapercibido y habrá contribuido a estas dudas. La vacunación del presidente convencerá a algunos rusos de la eficacia y seguridad de la vacuna, pero los altos niveles de desconfianza social y pensamiento conspirativo mitigarán su impacto”.

A pesar de la reticencia local frente a la vacuna Sputnik V, el programa de vacunas rusas ha sido bien recibido en otros lugares del mundo. Sus ventas han superado las 700 millones de dosis y ya ha sido aprobada para su uso en 56 países, incluido Hungría. Esta semana, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) reportó que iniciaría los estudios pertinentes para evaluar la vacuna Sputnik V y poder dar una autorización para su uso en la Unión Europea. Los resultados de los ensayos en humanos de la etapa tres publicados en The Lancet, demuestran una eficacia del 92 %.