En los últimos días diferentes versiones han llegado sobre la presencia de personal ruso en territorio venezolano. Todo empezó ayer, cuando el presidente Donald Trump aseguró que el gobierno ruso le comunicó a EE. UU. que había retirado a la mayor parte de su personal. 

«Rusia tiene que irse», fue el mensaje del mandatario al recibir en su momento en la Casa Blanca a la esposa de Guaidó, Fabiana Rosales. 

Y es que el gobierno ruso justificó el envío de personal por un acuerdo firmado con el gobierno del fallecido expresidente Hugo Chávez, mentor de Maduro. «La presencia de especialistas rusos en Venezuela se enmarca en un acuerdo entre los gobiernos de Rusia y Venezuela sobre cooperación militar y técnica que se firmó en mayo de 2001», dijo la cancillería rusa.

Por eso, el dìa de hoy la versión de Trump se estrelló con la del Kremlin, que negó que haya informado a Washington sobre esta posible salida de Venezuela. «Esto es aparentemente una referencia indirecta a informaciones de prensa porque no hubo ningún mensaje oficial de parte de Rusia y no podía haberlo», declaró a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

«Hay en Venezuela especialistas rusos que se encargan del mantenimiento de los equipos militares suministrados anteriormente. Este proceso se desarrolla según lo previsto y esto significa que no estamos al tanto de ninguna ‘retirada de personal'», prosiguió.

Rusia envió en marzo un centenar de soldados al país sudamericano para, según ella, respaldar al presidente Nicolás Maduro ante las amenazas de Estados Unidos de usar la fuerza para obligarle a abandonar el poder.

El diario estadounidense Wall Street Journal se sumó a la ola de voces sobre el tema y afirmó el domingo que Rusia había reducido a «varias decenas» el número de asesores militares presentes en Venezuela para apoyar a Maduro.

El rotativo, citando a una fuente próxima al ministerio ruso de Defensa, mencionaba la presencia de un millar de soldados rusos hace algunos años.

Esta información fue desmentida por el conglomerado industrial militar ruso Rostec, que aseguró que los datos de la presencia rusa en Venezuela habían sido «exagerados decenas de veces» por el WSJ y que «la composición de los efectivos se mantiene sin cambios desde hace muchos años».

«Una decena de personas trabajan en nuestra oficina en Caracas y eso siempre ha sido así», precisó el lunes a la AFP una portavoz de Rostec.