El terremoto que sacudió Turquía y Siria este lunes ocurrió en la madrugada y es, de acuerdo con el Centro Nacional de Monitoreo Sísmico sirio, el “más fuerte” registrado por los sistemas sirios en casi tres décadas y elevó su magnitud a 7,7 grados.

“Este terremoto es el más fuerte registrado por la red nacional de monitoreo sísmico desde su creación en 1995″, dijo a SANA el director general del centro, Raed Ahmed, quien recordó que Siria ya estuvo “históricamente” afectada por sismos ocurridos en el sureste de Turquía.

Según Ahmed, las zonas sirias más golpeadas también en anteriores ocasiones fueron las más cercanas al epicentro: las provincias noroccidentales de Idlib, Alepo y Latakia, parte de las cuales escapan al control del Gobierno sirio y están controladas por una miríada de grupos rebeldes y opositores.

“Mi hermana y sus tres hijos están bajo los escombros. También su marido, su suegro y su suegra. Siete miembros de nuestra familia están bajo los escombros”, explicó a la AFP Muhittin Orakci, mientras presenciaba las operaciones de rescate delante de un edificio en ruinas en Diyarbakir.

El balance puede aumentar, ya que muchas familias están aún atrapadas” en los escombros, indicaron los Cascos Blancos en Twitter.

Los Cascos Blancos dijeron que la situación era “catastrófica” y llamaron a las organizaciones humanitarias internacionales a “intervenir rápidamente” para ayudar a la población local.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, fue el encargado de anunciar el último balance de muertos y heridos en Turquía, si bien debido a que los trabajos de rescate están en marcha no quiso dar una cifra total de posibles víctimas.

“Es el segundo más fuerte desde el terremoto de Erzincan de 1939. Según las últimas evaluaciones es de 7,7. Hay graves daños también en las zonas vecinas de Siria”, dijo el mandatario turco, al confirmar que se han registrado derrumbes o daños graves en más de 2.800 viviendas y que se ha rescatado con vida a 2.470 personas de los escombros.

Las bajas temperaturas y la nieve en la zona, donde también hay territorios montañosos de difícil acceso, complican las tareas de rescate.

Se sintió hasta Groenlandia

“Los fuertes temblores en Turquía fueron claramente registrados por los sismógrafos de Dinamarca y Groenlandia”, dijo a la AFP la sismóloga Tine Larsen.

Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) un primer sismo de magnitud 7,8 se produjo a las 04H17 (01H17 GMT) con epicentro en la localidad turca de Pazarcik, a una profundidad de 17,9 kilómetros.

En la noche, “las ondas del sismo llegaron al sismógrafo de la isla danesa de Bornholm (en el mar Báltico) unos 5 minutos después del inicio del temblor”, explicó Larsen.

“Registramos dos sismos y varias réplicas en Dinamarca y en Groenlandia”, explicó la experta.

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