Con su sombrero de copa y cargando una guitarra Gibson Les Paul, Saul Hudson, mejor conocido como Slash, es un ícono para el rock duro. Se dio a conocer a finales de los años 80, cuando con Guns N’ Roses editó un disco titulado Appetite for Destruction. A partir de allí la banda se hizo la más grande y a la vez la más peligrosa del mundo. Excesos, polémicas y leyendas les sobraban, mas nada de eso cambió el carácter introvertido de Slash. Un tipo cuya mejor forma de expresión es tocar la guitarra.

Slash Appetite for Destruction Gibson Les Paul Story – PMT

Hace seis años se anunció, con bombos y platillos, su regreso a las filas de Guns N’ Roses. Las desavenencias con el complejo cantante Axl Rose lo distanciaron por dos décadas del conjunto autor del éxito Sweet Child O’ Mine. Con su vuelta, la banda volvió a colmar estadios y encabezar festivales. No es de extrañar que sea considerada una de las giras más lucrativas de la historia de la música. De hecho, en 2016 los Gunners remecieron el estadio Atanasio Girardot, de Medellín, ante el júbilo de miles de espectadores que aguardaron mucho tiempo por tal reunión.

Sin embargo, para Slash no todo es Guns N’ Roses. Cuando dio un paso al costado conformó Slash’s Snakepit, un grupo con raíces de rock sureño y blues capaz de hacer un primer álbum exitoso en tiempos en que el rock alternativo mandaba. Luego creó Velvet Revolver, donde retomó labores con otros dos ex-Guns N’ Roses: el bajista Duff McKagan y el baterista Matt Sorum, además de tener la presencia del difunto vocalista Scott Weiland, de Stone Temple Pilots. Luego de dos aclamados discos se terminó su historia.

Cansado de la democracia que implica trabajar como banda, Slash optó por una carrera solista y en 2010 lanzó su primer disco con varios invitados especiales en la voz, como Ozzy Osbourne y Fergie, de The Black Eyed Peas. Con el fin de promocionar esa grabación en vivo, Slash contrató a Myles Kennedy, cantante de Alter Bridge. La colaboración fue tan próspera que de una invitación pasó a ser su vocalista fijo. Este febrero publican 4, que, como su nombre lo indica, es su cuarto álbum juntos.

Fue grabado en Nashville, Tennessee, en los estudios RCA. El mismo lugar donde Elvis Presley, Dolly Parton y B. B. King registraron memorables obras. “El objetivo era sencillo: tocar en vivo diez canciones y grabarlas en solo diez días. Tal como lo hacían las grandes bandas del rock n’ roll”, manifiesta.

Todo iba de acuerdo con el plan, capturar la chispa de unos músicos compenetrados hasta que el coronavirus infectó al cantante Myles Kennedy y por extensión a Slash. Luego se contagiaron los demás de integrantes de The Conspirators —el guitarrista Frank Sidoris, el bajista Todd Kerns y el baterista Brent Fitz—. Debieron aislarse y tener paciencia. “Si algo aprendí de este lapso sin conciertos o giras es el valor de calmarse y desear lo mejor”, enfatiza Slash al otro lado de la línea. “Al final del día, el disco quedó genial y todos estamos bien. Llegó el momento de celebrar”.

Con 56 años, Slash se escucha sabio y lleno de energía. Pasó de beber desaforadamente whisky e inyectarse para subir a un escenario a estar completamente limpio, con un aspecto físico realmente envidiable. “No me estoy reinventando, sencillamente continúo el viaje de la vida haciendo lo que me gusta, crear música capaz de transmitir emociones e inspirar a otros a hacer su arte”. Tiene dos hijos adolescentes, el mayor, London, de 19 años, es baterista en un grupo llamado S8nt Electric, y ya hace shows con éxito en California.

De vuelta a 4, Slash nos apunta su vena musical: “Trabajamos con Dave Cobb, un productor de renombre en el country. Él insistió en grabar todo el material en una misma sala, sin mayores trucos y con un proceso desde la consola a la antigua usanza. No es algo fácil, porque cuando lo haces por canales y en muchas tomas tienes el control del resultado final. Este disco es crudo, agresivo por momentos y algo desbocado. Me encanta”.

El primer sencillo se titula The River Is Rising, donde encontramos toda la potencia y dinámica que caracteriza a Slash. Pero no es impecable, ya que la garganta de Kennedy se aprecia algo congestionada por el efecto del covid. “Queríamos dejar esas imperfecciones. Nada es perfecto, hay una belleza en lo espontáneo”, asegura el músico.

Slash ft. Myles Kennedy and The Conspirators – The River Is Rising (Official Music Video)

También encontramos la balada Fill My World, dedicada a ese gran amor que tomó su rumbo y aún se conserva la ilusión de volver a tenerlo entre los brazos. Por su parte Call Off the Dogs tiene vértigo, con un coro de aquellos para alzar el puño.

Slash junto a Myles Kennedy and The Conspirators están comenzando su ciclo de actuaciones por los Estados Unidos. A mediados de 2022 el guitarrista se reunirá de nuevo con Guns N’ Roses para emprender un tour mundial. Quizás el grupo llegué a Colombia, porque hay un paso por Sudamérica postergado por la pandemia. En 2023, el artista complementará la promoción de este nuevo álbum con una serie de actuaciones por Europa y Latinoamérica.

“Quiero volver a Colombia. No sé exactamente cuándo ocurrirá, pero ese es el propósito. Sé perfectamente lo caliente que es el público allí. Nunca decepciona. Por ahora, y mientras toda la situación de salud mejora, quiero que escuchen estas canciones para que más adelante las disfrutemos juntos”, concluyó con emoción Slash.