Se le acaban las oportunidades a Zinedine Zidane. La hinchada pasó de ser reticente con él a pelearle, incluso a insultarlo. Así se vio este miércoles luego de la derrota 2-1 del Real Madrid frente al Leganés, que dejó fuera de la Copa del Rey al equipo blanco. El estratega francés asumió responsabilidades en la rueda de prensa posterior al encuentro.

“Soy el responsable del fracaso. Mañana será otro día, tendremos que levantarnos igual y seguir trabajando. Estoy muy decepcionado conmigo mismo, no con mis jugadores que lo intentan una y otra vez. Pero no puedo dar palo por siempre. Hay que mirar hacia adelante”, apuntó Zidane haciendo referencia al partido contra el Valencia en Mestalla del próximo sábado por la jornada 21 de la liga española.

Las críticas se hicieron más fuertes luego de que el entrenador decidiera mandar a la tribuna a Gareth Bale, a Marcelo y, principalmente a Cristiano Ronaldo. “Tengo que asumir lo que hago. En su momento pensé que era la mejor decisión, pero ya vieron que no. Soy un ser humano que comete errores como los demás”, aseguró.

El panorama no es alentador, no tanto por lo que ha pasado sino por lo que se viene: una liga casi que perdida ante la supremacía del Barcelona (el cuadro blaugrana le lleva 19 puntos) y proximamente el duelo con el PSG de Neymar en los octavos de final de la Champions League. Un traspié en esa serie de seguro le daría el tiquete de salida a Zidane del club con el que hace poco lo ganó todo.