El diario británico The Guardian y otros medios publicaron el domingo los “secretos del banco Credit Suisse”, una investigación enorme que desenmascaró las actividades de criminales de esta entidad financiera. Por décadas, el Credit Suisse guardó miles de millones de euros de fondos de origen ilícito; dinero proveniente de traficantes de personas, estafadores, élites políticas y organizaciones. Frente a esto, se dieron llamados para que la Unión Europea revise su relación con Suiza.

Según información del diario británico, el Partido Popular Europeo (PPE), la agrupación política más grande del parlamento europeo, pidió al bloque que considere meter a Suiza en su lista de países asociados con un alto riesgo de delitos financieros, entre los cuales destacan Irán, Myanmar, Siria y Corea del Norte.

“Cuando los bancos suizos no aplican adecuadamente las normas internacionales contra el lavado de dinero, la propia Suiza se convierte en una jurisdicción de alto riesgo”, dijo Markus Ferber, coordinador de asuntos económicos del PPE, que representa a los partidos políticos de centro-derecha de Europa. “Cuando la lista de terceros países de alto riesgo en el área del lavado de dinero se revise la próxima vez, la Comisión Europea debe considerar agregar a Suiza a esa lista”.

¿Cómo se dio la investigación?

Fue liderada por el Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), un consorcio de 47 medios de comunicación entre los que se encuentran Le Monde, The Guardian, el Miami Herald y La Nación.

La investigación empezó a raíz de una importante filtración de datos que llegaron de forma anónima al diario alemán Süddeutsche Zeitung hace poco más de un año.

Los datos se refieren a más de 18.000 cuentas bancarias en Credit Suisse entre principios de los años 1940 y finales de los 2010 y que pertenecen a 37.000 personas o empresas, según el diario Le Monde.

“Basándose en una filtración masiva de información de miles de cuentas bancarias administradas por Credit Suisse [la investigación] demuestra que, desafiando las normas de vigilancia impuestas a los grandes bancos internacionales, el establecimiento, nacido en Zúrich, albergó durante varias décadas fondos vinculados al crimen y la corrupción”, escribe el periódico Le Monde.

¿De cuánto dinero estamos hablando?

En total, más de 100.000 millones de francos suizos (más de 95.000 millones de euros, 108.000 millones de dólares) están afectados por las cuentas reveladas por el consorcio.

Las revelaciones se concentran principalmente en los países en desarrollo de África, Oriente Medio, Asia y América del Sur, y los clientes domiciliados en Europa occidental solo representan el 1 % del total.

¿Quiénes son los clientes?

Una de las cuentas más llamativas es la que pertenece al Vaticano. Desde esta, según los datos, se gastaron 350 millones de euros en la polémica inversión de una propiedad en Londres, la cual está en el centro de un juicio penal contra un cardenal.

Otro de los casos llamativos es el de las cuentas vinculadas a docenas de empresarios y políticos implicados en el saqueo de Petróleos de Venezuela (PDVSA). Algunos de los nombres que aparecen en la lista son: Nervis Villalobos Cárdenas, Roberto Rincón Fernández, Abraham Shiera Bastidas y Luis De Léon Perez. Las cuentas de estos cinco personajes tenían entre 6 y 44 millones de libras esterlinas.

La investigación también reveló que Stefan Sederholm, técnico de computación sueco condenado por trata de personas en Filipinas, pudo mantener su cuenta en el banco de manera clandestina a pesar de sus delitos.

Y hablando de Filipinas, otros de los nombres que se ven en la lista de clientes son el de Ferdinand Marcos, dictador filipino que gobernó el país hasta 1986, y su esposa, Imelda. Ellos pudieron mantener su dinero en el Credit Suisse a pesar de los crímenes cometidos contra el pueblo filipino.

Más políticos, como Pavlo Lazarenko, exprimer ministro de Ucrania con graves denuncias de corrupción, y funcionarios como Khlaed Nezzar, ministro de Defensa durante el golpe de Estado en Argelia de 1991, aparecen en el listado.

Familiares de políticos, como los hijos del dictador egipcio Hosni Mubarak, Alaa y Gamal, así como empresarios vinculados a jefes de Estado, como Hisham Talaat Mustafa, aliado de Mubarak, también son mencionados en la investigación.

¿Por qué es importante la investigación?

Como explica The Guardian, los bancos que permiten a cleptócratas lavar su dinero son cómplices de un delito,

“Esta situación permite la corrupción y priva a los países en desarrollo de los ingresos fiscales que tanto necesitan. Estos países son los que más sufren por el truco de Robin-Hood al revés de Suiza”, señaló la persona que filtró los documentos.

“Soy consciente de que tener una cuenta bancaria en el extranjero en Suiza no implica necesariamente evasión de impuestos ni ningún otro delito financiero. Sin embargo, es probable que un número significativo de estas cuentas se abrieran con el único propósito de ocultar la riqueza de su titular a las instituciones fiscales y/o evitar el pago de impuestos sobre las ganancias de capital”, agregó.