A dos mujeres, Jennifer Appel y Tasha Fuiaba, que viajaban con sus perros en un barco, se les dañó el motor del vehículo, su purificador de agua estuvo a punto de dejar de funcionar y hasta sufrieron un ataque de tiburones en altamar. Harían una travesía en su bote, pero al comienzo del viaje el motor se averió y pensaron que podrían llegar a su destino (Tahití) guiadas por el viento y su conocimiento en navegaación.

El primer día que Appel estuvo en el océano, perdió su teléfono y el motor del bote comenzó a fallar, reseñó The Guardian. Estaban incomunicadas y la guardia costera esperaba que llegaran a su destino al cabo de dos meses, tiempo que se tardaría su viaje al estar en un barco sin motor. Pero no llegaron a su destino en el tiempo estimado.

Enviaron señales de auxilio durante 98 días, pero ni los barcos ni la guardia costera recibieron sus llamados, porque estaban muy lejos. Sobrevivieron usando un purificador de agua – que un día se dañó, pero lograron reparar – y alimentándose con avena, pasta y otras comidas que habían empacado como reserva y les daba energía. Siempre cuidaron a sus perros y al llegar aseguraron que estos les ayudaron a mantener bien su espíritu.

Después de cinco meses perdidas en el óceano fueron encontradas por la marina estadounidense el pasado jueves, cuando un barco procedente de Taiwán vio la figura de su bote a 900 millas al sureste de Japón