Una línea ferroviaria que conecta Long Island con la ciudad de Nueva York seguía este domingo suspendida después de que un tren se descarrilara en la noche del sábado y una treintena de personas resultaran heridas, según informaron las autoridades de Estados Unidos.

El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, se trasladó hoy hasta el lugar del accidente, en la localidad de New Hyde Park, para visitar a los heridos, cuatro de los cuales continúan en estado grave y permanecen ingresados en el hospital.

«La prioridad ahora es restablecer el servicio lo antes posible para que los trenes funcionen mañana con normalidad, así que vamos a trabajar todo el día y toda la noche si es necesario», dijo Cuomo a la prensa desde el lugar del accidente.

El tren del servicio de cercanías Long Island Rail Road (LIRR), con unos 600 pasajeros a bordo, descarriló a las 09:10 de la noche (hora local) cerca de la estación de New Hyde Park tras chocar con otro vehículo de mantenimiento que se encontraba en la vía.

Tres de los doce vagones se descarrilaron y 33 personas resultaron heridas, de los cuales siete eran empleados del tren y el resto pasajeros, según el presidente de la Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA), Thomas Prendergast.

Varias dotaciones de bomberos y los servicios de emergencia tuvieron que acudir hasta el lugar del accidente para ayudar a salir del tren a varios de los pasajeros que quedaron atrapados en el interior de los vagones, según el periódico local Daily News.

El servicio LIRR, que conecta Penn Station en la Gran Manzana con los suburbios de la isla de Long Island, es la mayor red de trenes de cercanías de Estados Unidos, con una media de 300.000 pasajeros diarios entre semana.

El descarrilamiento de Long Island tiene lugar una semana después de otro aparatoso accidente ferroviario en el estado de Nueva Jersey que dejó un muerto y un centenar de heridos después de que un tren se estrellara en plena hora punta en la estación de Hoboken.