En medio de la tensión que se vive en Estados Unidos por cuenta de la violencia racial, una corte federal de apelaciones tumbó una ley que ya había generado controversia porque, según sus detractores, restringía el derecho al voto de la comunidad afroamericana en Carolina del Norte. La juez federal Diana Motz les dio la razón y la tumbó, tras tres años de haber sido promulgada.

«La Asamblea General (de Carolina del Norte) promulgó una legislación que restringía el voto y el registro en cinco maneras distintas, todas las cuales afectaban desproporcionadamente a los afroestadounidenses», dijo la jueza  federal Diana Motz, al tumbar la ley promovida en 2013 por el gobernador de Carolina del Norte, el republicano Patrick McCrory, según la jueza, «con intención discriminatoria», ya que generaba una serie de exigencias para los electores, que afectaban, sobre todo, a los afroamericanos.

Hubo demandas de la ACLU, la mayor organización de derechos civiles del país, y la NAAC, la mayor organización de defensa de derechos de los negros, quienes celebraron la decisión tomada por la corte de apelaciones. «Con precisión quirúrgica, Carolina del Norte intentó eliminar prácticas electorales desproporcionadamente usadas por los afroestadounidenses», escribió en un comunicado Dale Ho, director del proyecto de los derechos de los votantes de ACLU. «Esta decisión es una punzante reprimenda al intento de este estado de menoscabar la participación de los electores afroestadounidenses, que ha aumentado en la última década».

Pese a que Carolina del Norte es un Estado donde ni los demócratas ni los republicanos son mayoría, el PR gobierna desde el 2013, de la mano de Pat McCrory, quien ha saltado a la opinión pública por otras cuestionadas leyes, como la que obliga a los transexuales a ingresar a los baños correspondientes al género con el que fueron registrados al nacer, ley que ya fue demandada por el gobierno federal.