Francia, actual campeona del mundo, quedó eliminada de la Eurocopa a manos de Suiza. Los galos fueron sorprendidos este lunes en en penaltis después de empatar 3-3 su partido en el tiempo reglamentario.

Una jornada impresionante de Eurocopa en la que los pequeños hicieron sufrir a los grandes. Pocas veces pasa en el fútbol que, en un mismo día, a los dos favoritos les remontan dos partidos que ganaban por 3-1 en el tiempo agregado a los 90 minutos y los obligan a irse al extra tiempo.

Pues este lunes, tanto a Francia como a España, Suiza y Croacia, respectivamente, los hicieron carburar más allá del tiempo reglamentario. La diferencia estuvo en que los ibéricos finiquitaron rápido su compromiso, mientras que los franceses terminaron perdiendo en los cobros desde los doce pasos, en los que Kylian Mbappé falló el cobro definitivo.

Partido increíble

Suiza, que se puso por delante en el marcador en el primer tiempo a través de Haris Seferović, tras un grosero error de Clément Lenglet, estuvo a punto, en el segundo tiempo, de irse arriba por dos goles cuando el árbitro les dio un penalti convalidado por el VAR.

Sin embargo, Hugo Lloris, capitán de la selección francesa, atajó el cobro desde los doce pasos y le dio un respiro a una Francia que, hasta ese momento, no encontraba respuestas para superar el buen juego de sus rivales.

Al principio del encuentro, los franceses salieron desbocados por la victoria, pero cuando Suiza se adelantó en el tanteador, al minuto 15, los dirigidos por Didier Deschamps perdieron los papeles.

Y sería en ese momento, después del penalti que atajó Lloris, cuando parecía que los caminos se nublaban, que emergió la figura de Karim Benzema en la noche de Bucarest para intentar rescatar a Francia. El delantero de Real Madrid, que estuvo por fuera de la selección gala durante seis años por un escandalo sexual al interior del seleccionado, tomó las riendas del equipo en el momento de sus peores afujías.

Y solo seis minutos después de que Lloris le dio la bocanada de aire fresco a Francia, Benzema consiguió el empate en el 56, después de una gran acción colectiva del trio conformado por Kylian Mbappé, Antoine Griezmann y el delantero del Madrid.

Y dos minutos después, cuando Francia parecía un vendaval, Benzema completaría su faena para adelantar a Francia por 2-1.

Fueron unos minutos salvajes de los campeones del mundo, que culminarían con gol extraordinario de Paul Pogba, que colgó el balón en un ángulo en el minuto 75.

Sin embargo, el fútbol, que nunca se cansa de dar lecciones, y que unas horas antes ya le había repasado la clase a España, volvió a recordarnos que nada está escrito, que no hay destino, que las cosas se ganan y que ir por delante en el marcador por 3-1 no garantiza ganar un partido, así falten solo cinco minutos o así seas Francia y tengas los mejores jugadores del mundo.

Y Suiza entendió eso. Cuando Francia dio la victoria por hecho, Haris Seferović los sorprendió y les descontó en el minuto 81. Peor fue la golpe cuando en el primer minuto agregado a los 90, Mario Gavranović con un golazo empató 3-3 el compromiso.

Y la victoria que parecía garantizada se fue al extra tiempo. Francia llegó golpeada y cansada a la prorroga, mientras que Suiza estaba cargada de ilusión.

Los primeros rastros del desgaste se sintieron pronto cuando Karim Benzema, el héroe de la noche hasta ese momento, salió por lesión. Minutos después saldría agotado también Kingsley Coman y poco a poco la intensidad del partido mermó a medida que los jugadores ya no podían forzar las piernas.

Y así, el juego se fue acabando hasta que fue inevitable que los penaltis decidieran el resultado. Increíble para Francia, una selección que antes del campeonato la mayoría ya daba como campeona. Aunque el fútbol siempre pone las cosas en su lugar, en sus proporciones.

Fueron cobros tan intensos como fue el partido, tan parejos como había sido el tramite del juego. Parecía que nadie iba a fallar hasta que le llegó el turno a Mbappé, que no tuvo ni su mejor noche, ni había tenido una buena Copa. Y su rendimiento en el torneo terminó reflejándose en ese último cobro, y Francia quedó eliminada.

El partido de España que había sido histórico se unió a este encuentro para crear una jornada inolvidable. La hazaña quedó completada con la atajada de Yann Sommer, que se volvió el héroe de la noche y clasificó a los suizos a los cuartos de final. Allí enfrentarán a España en las finales de una competencia que no para de dar sorpresas.