Un grupo de unos 300 refugiados se encamina desde Belgrado hacia la frontera con Hungría para intentar entrar en ese país, que aplica unas normas restrictivas de asilo, con el fin de seguir desde allí a otros destinos en Europa.

La emisora de televisión serbia B92 informó de que los inmigrantes partieron hacia el norte en forma de protesta, para «presionar» con su presencia a Hungría a abrir sus fronteras y dejarles pasar a otros países de la Unión Europea (UE).

Varias horas antes de partir, habían entrado en huelga de hambre para pedir la apertura de la frontera.

Esos inmigrantes, en su mayoría de Afganistán, Pakistán e Irak, están desde hace varias semanas en Serbia, país que ven sólo como territorio de tránsito, y quieren cuanto antes seguir hacia sus destinos deseados, como Alemania o países escandinavos.

Algunos de ellos han intentado ya pasar la frontera húngara y denunciaron haber sido devueltos por la fuerza por las autoridades magiares.

El grupo pretende sumarse a un millar de refugiados que ya se encuentran en la frontera serbio-húngara, en las cercanías de los pasos fronterizos de Horgos/Roszke y Kelebija/Tompa, a la espera de entrar en Hungría, que deja pasar a sólo unos quince aspirantes a asilo al día.

Unos 450 están en el centro de acogida en Subotica, a unos 25 kilómetros de la frontera.

En Serbia hay ahora unos 3.000 refugiados, según el ministro de Asuntos Sociales, Aleksandar Vulin.

«Serbia no puede sufrir porque la UE no puede encontrar una solución única. Hay por ejemplo un país, como Bulgaria, que abre sus fronteras, y otro, Hungría, también miembro comunitario, que cierra las suyas. Serbia no quiere estar en el medio», dijo hoy Vulin.

Las autoridades serbias anunciaron el pasado fin de semana la formación de unidades conjuntas de la Policía y del Ejército para proteger sus fronteras de la entrada ilegal de refugiados.

La gran mayoría de los refugiados que llegan a Serbia provienen de Afganistán y Pakistán, y son considerados inmigrantes «económicos» con escasas posibilidades de obtener asilo.

Serbia es, junto con Macedonia, Croacia y Eslovenia, parte de la llamada «ruta de los Balcanes», por la que desde hace un año decenas de miles de personas tratan de llegar a países ricos de Europa, como Alemania, desde diversas zonas en conflictos, principalmente de Oriente Medio.