El volcán Sabancaya, en el sur de Perú, inició un nuevo proceso eruptivo luego de 18 años de silencio, advirtieron este martes especialistas, que además informaron que se declaró una alerta amarilla, preventiva ante una posible emergencia.

La primera semana de octubre se registró un notorio incremento de sismos asociados al ascenso de magma, que aumentaron hasta horas antes de una explosión, el 6 de noviembre, que dio inicio al nuevo proceso eruptivo, señaló en un comunicado el Comité Técnico-científico para la Gestión del Riesgo Volcánico de la región Arequipa.

«Posterior a este evento, comenzó a observarse actividad fumarólica intensa, compuesta por gases de coloración blanquecina (vapor de agua) y ceniza», agrega la nota.

El Sabancaya, ubicado en la provincia de Caylloma, a 75 km de Arequipa, es considerado el segundo volcán más activo del país después del Ubinas en la región de Moquegua (sur).

El Comité informó en la nota que en las últimas semanas las emisiones de gas volcánico aumentaron de manera importante en el Sabancaya, cuyo nombre quechua, Sahuancqueya, significa «volcán que escupe».

Los especialistas recomiendan mantener la alerta amarilla -que invoca a estar preparados para una emergencia-, evitar acercarse a la zona del cráter y a las diferentes fuentes de emisión de fumarolas ubicadas en el flanco norte del volcán.

De acuerdo con el registro de los vulcanólogos, la ceniza se dispersa con dirección sur, con una columna eruptiva de unos 1.500 metros de altura sobre el cráter y un radio de dispersión de 5 kilómetros, lo que afectaría a los caseríos ubicados al sur del volcán.

El Comité señaló que la población más cercana a este coloso se halla 20 km al noreste, en el valle del Colca, una de las zonas más turísticas de Arequipa, a donde llegan a diario decenas de personas para observar el vuelo de los cóndores al amanecer.

Recomendaron a las autoridades del Valle del Colca implementar un plan de contingencia, tomando medidas como la distribución de mascarillas y lentes, además de proteger los alimentos y el agua ante la posibilidad del incremento de emisiones de ceniza del volcán.

El macizo, que forma parte del complejo volcánico Ampato-Sabancaya, retorna a este proceso luego de 18 años, tras una etapa eruptiva que duró 8 años, entre 1986 y 1998.