Un coche bomba estalló fuera de un campamento de los servicios de inteligencia en Maidan Shar, a 50 kilómetros de Kabul, capital de Afganistán. El atentado, cuya autoría fue reclamada más tarde por los talibanes, cobró la vida de más de 100 personas.

“Tenemos información de que 126 personas han muerto en la explosión dentro del centro de entrenamiento militar. Ocho comandos especiales han muerto”, dijo un portavoz del Ministerio de Defensa en Kabul. El portavoz, quien prefirió reservar su identidad, también aseguró que los atacantes condujeron el carro lleno de explosivos hasta el punto de encuentro militar para detonarlo. Luego de la explosión, dos hombres armados entraron a la zona y dispararon causando enfrentamientos con las autoridades locales.

El Ministerio de Defensa señaló que los talibanes usaron un vehículo armado para romper la fortificación militar. Otra fuente aseguró que el gobierno está ocultando las cifras exactas para evitar una mayor caída de moral en las fuerzas afganas. Funcionarios del gobierno en Midan Wrdak, donde ocurrió el atentado, y en Kabul se negaron a hacer comentarios sobre el atentado.

La oficina del presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, señaló que el ataque había sido perpetrado por los “enemigos del país”. En los últimos años, el gobierno dejó de publicar cifras detalladas de las víctimas.

Entre tanto, los talibanes anunciaron el lunes que se habían reunido con representantes estadounidenses en Catar, donde cuentan con una oficina política, con vistas a una nueva ronda de negociaciones para poner fin a la guerra en Afganistán.

«Después de que los estadounidenses aceptaran una agenda para poner fin a la invasión de Afganistán y para impedir que Afganistán sea utilizado contra otros países en el futuro, hoy se mantuvieron conversaciones con representantes estadounidenses en Doha, capital de Catar», afirmó el portavoz talibán Zabiullah Mujahid en un mensaje difundido a través de WhatsApp.

«Las discusiones se retomarán mañana» martes, añadió. Estados Unidos no confirmó por el momento este encuentro. El último confirmado entre las dos partes se celebró en Abu Dhabi a finales de 2018. El anuncio de los talibanes se produce cuando el enviado de Estados Unidos para la paz en Afganistán, Zalmay Khalilzad, culminó este fin de semana en Pakistán una gira regional que le llevó a India, China y Afganistán para intentar poner fin a 17 años de conflicto.

«Vamos en la buena dirección con nuevos avances futuros por parte de Pakistán y que traerán resultados», tuiteó el domingo por la noche tras su visita a Islamabad.

No se sabe si los nuevos ataques puedan ocasionar una suspensión en las conversaciones con Estados Unidos. El gobierno de este país no se ha pronunciado sobre los recientes eventos.