El descubrimiento de otros seis cadáveres de rehenes israelíes, secuestrados por Hamás el pasado 7 de octubre, fue la gota que rebasó la copa para Histradurt, el mayor sindicato de Israel. El domingo, el movimiento obrero convocó a una huelga general que llevó al cierre del aeropuerto de Tel Aviv, y afectó la infraestructura de hospitales y servicios públicos a nivel nacional. ¿Su intención? Ejercer máxima presión contra el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, para que facilite un acuerdo para la liberación del resto de rehenes.