Colorado.- Una campaña para disuadir a los jóvenes de Colorado a consumir marihuana, llamada «No seas una rata de laboratorio», usará jaulas para ratas de tamaño para humanos y anuncios para televisión y cine con el objetivo de decir a los adolescentes que los efectos de la hierba no se conocen a ciencia cierta.

La campaña que se lanzará el lunes se aparta del enfoque de tratar de asustar a los jóvenes como lo hacen comerciales contra el consumo de metanfetamina, reporta The Denver Post. La campaña, con costo de dos millones de dólares, fue encomendada por la oficina del gobernador y usa dinero proveniente de acuerdos jurídicos con varias compañías farmacéuticas.

Un puñado de jaulas para ratas serán expuestas en Denver con mensajes de campaña, incluido uno que solicita voluntarios para un experimento de laboratorio.

«Se necesitan voluntarios», dirá uno de los mensajes. «Debe tener un cerebro en desarrollo. Debe fumar yerba. No debe preocuparle la esquizofrenia».

Uno de los comerciales para cine y televisión mostrará a adolescentes destellando dentro de un automóvil lleno de humo, con texto sobre la pantalla haciendo referencia a un estudio de la Universidad de Duke que argumenta que el consumo de marihuana en la adolescencia resta cociente de inteligencia.

Los adolescentes además serán direccionados a un sitio en internet, DontBeALabRat.com, para leer estudios sobre las posibles consecuencias del consumo de la yerba.

«Nosotros no decimos ‘es innegable’; nosotros decimos, ‘este estudio existe. Algunas personas rebaten eso. Forma tu propio criterio»’, dijo Mike Sukle, quien creó la campaña. «En algún momento ellos tendrán que decidir por su cuenta. Los días de ‘Sólo di no’, ese fue un esfuerzo claramente fallido».

Sukle ha trabajado previamente en campañas contra el consumo de metanfetamina diseñadas para dejar atónitos a los adolescentes, tratando de evitar que consuman esa droga. Pero con el aumento a la aceptación a la marihuana, el reto para la campaña era mayor.

«Esta era difícil», comentó Sukle, quien agregó que su equipo lanzó posibles mensajes a adolescentes, como decirles que la marihuana podría costarles una beca o meterlos en problemas; pero Sukle señaló que el mensaje que se mantuvo fue el que se dirige al sentido de sí mismo de los adolescentes, y lo que les causó molestia fue que se les dijera que hay investigaciones que sugieren que la marihuana podría afectar el desarrollo del cerebro.