El presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó este miércoles en Beijing, durante un discurso para la comunidad de residentes franceses en China, que este país tiene un “papel importante” que asumir, para alcanzar la paz en la guerra de Ucrania, por “su cercana relación con Rusia”.

“China propuso justamente un plan de paz (…) Se trata del deseo de tener una responsabilidad e intentar construir un camino hacia la paz”, dijo el presidente ante la comunidad francesa. “China, dentro de su cercana relación con Rusia, reafirmada estos últimos días, puede tener un papel importante” en la resolución de la guerra, declaró Macron.

El presidente también resaltó que China acertó en cuanto rechazo el uso de armas nucleares en la guerra. El “gigante asiático” fue enfático hace semanas en buscar la paz, acto que Macron agradeció este miércoles.

“China mostró su compromiso con la Carta de las Naciones Unidas, la integridad territorial y la soberanía de las naciones”, agregó el mandatario francés. El líder francés destacó la propuesta de paz presentada por China para el conflicto en Ucrania, y dejó claro que si bien no la han aceptado en su integridad, “por lo menos muestra una voluntad para comprometerse a buscar una resolución”.

“Esta guerra, que he calificado repetidamente de imperialista, de colonial, ha pisoteado de hecho muchos de los principios de la Carta de la ONU, que nosotros, como dos miembros que somos del Consejo de Seguridad, debemos defender resueltamente”, dijo refiriéndose a Francia y China.

“Creo que defenderlos es también caminar juntos y tratar de encontrar un camino hacia la paz”, añadió.

No “separarse” de China

Macron pidió que no se reedite una “lógica de bloques” ante las “voces que se alzan” preocupadas por el futuro de las relaciones entre Occidente y China.

El jefe de Estado francés, que no había estado en China desde 2019 debido a la crisis sanitaria, quiso distanciarse del enfoque de confrontación diplomático de Estados Unidos en los últimos años hacia su rival asiático.

“Cada vez se oyen más voces que expresan una fuerte preocupación por el futuro de las relaciones entre Occidente y China. Y en cierto modo llegan a la conclusión que existe una espiral irresistible de tensiones crecientes”, dijo. “No quiero creer en este escenario”, afirmó.

También quiso el líder galo acordarse de los “particularmente difíciles” tres años de pandemia que le tocó vivir a los residentes en China, pero se mostró “feliz” de volver al país después de su último viaje en noviembre de 2019. El mandatario francés llegó este miércoles a China para iniciar una visita de tres días en la que se reunirá con el presidente del país, Xi Jinping. También habrá un encuentro en el que se unirá la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Macron se reunirá este jueves con el primer ministro de China, Li Qiang, y el presidente de la Asamblea Nacional Popular (Congreso), Zhao Leji, para completar conversaciones sobre temas relacionados con el cambio climático, la seguridad alimentaria y las cuestiones ambientales. En su viaje, Macron viaja acompañado de unos sesenta responsables de grandes empresas francesas o con sede en su país, como Airbus, EDF, Alstom o Veolia, en busca de acuerdos comerciales o de inversiones.

Antes de despegar hacia Beijing el martes, Macron habló por teléfono con su homólogo estadounidense Joe Biden, evocando una “voluntad común de comprometer a China para acelerar el fin de la guerra en Ucrania y participar en la construcción de una paz duradera en la región”, según la presidencia francesa.

La delegación francesa prometió también abordar la cuestión de los derechos humanos, en particular en la región de Xinjiang, donde, según varios observadores, los musulmanes uigures sufren represión

Esta visita de Macron es la segunda a Beijing de un dirigente europeo, tras la que cerró el pasado viernes el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, después del viaje de Xi a Moscú de la pasada semana, en la que el líder chino y el presidente ruso, Vladímir Putin, mostraron la solidez de s