El deporte profesional del béisbol de las Grandes Ligas lamentó la tragedia vivida por las dos bombas que explosionaron el lunes durante el Maratón de Boston y por la noche guardaron en todos los campos un minuto de silencio en memoria de las víctimas.
Una tragedia que se dio en una jornada muy especial para el béisbol profesional como es la celebración del «Día de Jackie Robinson», el primer pelotero afroamericano que consiguió romper las barreras del «racismo» cuando el 15 de abril de 1947 formó parte de los Dodgers de Brooklyn y pudo jugar en la liga que hasta entonces había sido sólo para blancos.
La oficina del comisionado del béisbol envió a través de Twitter todo su apoyo y oraciones para las víctimas de la tragedia de Boston, en el que perdieron la vida tres personas, incluido el niño de ocho años identificado como Martin Richard, que fue a presenciar la competición para animar y a abrazar a su padre, que participaba en la carrera y llegaba a la línea de meta, cuando estalló una de las bombas.
Su madre y su hermana sufrieron heridas graves y están hospitalizadas en condición crítica.
Especial fue también el apoyo de los jugadores del equipo local de los Medias Rojas de Boston, que mientras ocurría la tragedia en el área de Copley Square, en el Fenway Park acababan de concluir el partido que ganaron por 3-2 a los Rays de Tampa Bay, en el tradicional encuentro de la festividad local de «PatriotsDay» (Día de los Patriotas).
El partido de la Liga Americana de los Medias Rojas forma parte importante de la actividad deportiva en la ciudad junto con el Maratón de Boston.
Los jugadores de los Medias Rojas estaban abandonando el Fenway Park en dirección al aeropuerto para viajar a Cleveland cuando se emitió la noticia de las explosiones-más tarde, se confirmó otra bomba estallada en la Biblioteca JFK, en otro sector de la ciudad.
«Estoy orando por los afectados por las explosiones en el maratón #Godblessboston», escribió en su cuenta de Twitter el jardinero central del equipo de los Medias Rojas, Jacoby Ellsbury.
Lo propio hizo su compañero, el también guardabosques y nueva adquisición del equipo Shane Victorino, vía Twitter: «Muy triste al escuchar las noticias saliendo de Boston. Algo horrible. Mis pensamientos y oraciones a todos los involucrados».
Por su parte, el toletero dominicano David Ortiz, que todavía no está con el primer equipo de los Medias Rojas y trabaja en la recuperación de una lesión del tendón de Aquiles con el de la Triple A, en Pawtucket, R.I, dijo sentirse «indignado» por hacer algo tan «brutal» durante un evento deportivo que está organizado para recoger fondos y ayudar a los más necesitados.
«El responsable o responsables de este hecho son personas enfermas, locas», declaró Ortiz. «Es horrible que sucedan cosas como estas».
La misma reacción tuvieron el resto de los jugadores de las Grandes Ligas, pero especialmente los que anteriormente habían pertenecido a la organización de los Medias Rojas como es el caso del cerrador estelar Jonathan Papelbon, que ahora está con los Filis de Filadefia, de la Liga Nacional.
Papelbon, que fue taponero de los Medias Rojas del 2006 al 2011 y vivió muy cerca de donde explotaron una de las bombas, dijo mostrarse «hundido».
«Es triste, muy triste», declaró el lanzador derecho. «El Día de los Patriotas es algo grande en Boston. Los Medias Rojas siempre juegan a las 11 y todo se ha arruinado. Familias, vidas. Para qué? Es triste».
Papelbon dijo que tras ver toda las imágenes de la tragedia su dolor fue mayor al pensar que había vivido esa realidad hermosa del Maraton de Boston con las gentes de la ciudad.
«Estoy viendo ahora y pienso, vaya, viví ahí mismo. Es surrealista», declaró Papelbon. No sé, es una locura. Es difícil pensar en eso».
Por su parte, Joe Maddon, el manejador de los Rays de Tampa Bay, el equipo que jugó contra los Medias Rojas, dijo que nada de lo sucedido tenía sentido ni justificación dentro del mundo civilizado y menos durante una competición deportiva tan de la gente y para todas las personas del mundo, sin distinción de ningún tipo.
«Nuestros pensamientos y oraciones están con las víctimas y las familias afectas por este horrible suceso», destacó Maddon.
Maddon como el resto de la familia del béisbol profesional de las Grandes Ligas destacaron que cuando suceden cosas como la tragedia de Boston uno se da cuenta que todo es irrelevante, incluido el deporte pasatiempo nacional, pero había que continuar y seguir haciendo el trabajo como verdaderos profesionales.