La situación en la Franja de Gaza “se está volviendo incontrolable”, dijo el miércoles el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al día siguiente del bombardeo de un hospital que dejó cientos de muertos, y del que Israel y las milicias palestinas se acusaron mutuamente.

“Necesitamos que la violencia cese de todos los lados”, dijo en la red X (antes llamada Twitter) el máximo responsable de esta agencia de la ONU, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien lamentó también que hasta ahora no se haya podido entregar ayuda humanitaria en este enclave palestino.

“Cada segundo que esperamos para introducir ayuda médica, perdemos vidas”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacando que dicha ayuda lleva cuatro días bloqueada en la frontera entre Egipto y la Franja de Gaza.

“Necesitamos acceso inmediato para empezar a entregar material que puede salvar vidas”, enfatizó el responsable, para quien “la situación en Gaza se está volviendo incontrolable”.

Al igual que numerosos responsables de agencias de la ONU y de oenegés y otros países, el doctor Tedros reclamó la apertura del puesto fronterizo de Rafah, entre Gaza y Egipto.

Desde hace días, toneladas de ayuda están bloqueadas en el desierto del Sinaí egipcio. Rafah está cerrado del lado palestino, tras cuatro bombardeos esta semana.

Estados Unidos dice estar trabajando para un acuerdo, pero israelíes y egipcios no se ponen de acuerdo sobre las garantías de seguridad para una apertura del paso de Rafah.

La Franja de Gaza está bajo asedio de Israel, que decretó dicha medida tras un ataque sin precedentes del movimiento islamista palestino Hamás, que gobierna este empobrecido territorio, en suelo israelí.

En su ofensiva, Hamás mató a unas 1.400 personas, en su mayoría civiles, y secuestró a casi 200, según las autoridades israelíes.

En respuesta, Israel bombardeó cientos de objetivos en Gaza, que dejaron más de 3.000 muertos, mayormente civiles.

Este martes, según el ministerio de Salud de Hamás, “de 200 a 300 personas” perecieron en el bombardeo llevado a cabo por “el ocupante [israelí]” contra el hospital Al Ahli, en la ciudad de Gaza.

Israel, en cambio, atribuyó el bombardeo al “lanzamiento fallido de un cohete” por parte de la Yihad Islámica, otra organización palestina que opera en el enclave.