Miles de médicos de los hospitales ingleses empezaron este jueves una huelga de cinco días, un paro de actividades de una duración inédita, para reclamar mejoras salariales en plena crisis por el costo de la vida.

Los doctores auxiliares, estatuto similar al de médico interno residente, iniciaron la huelga este jueves a las 07:00 (1:00 a. m., hora de Colombia) y volverán a trabajar hasta el martes a la misma hora.

Se trata de la huelga de médicos ininterrumpida más larga en los 75 años de historia de la sanidad pública británica (NHS), según el sindicato British Medical Association (BMA).

La paralización se da en momentos que el gobierno debe votar la subida salarial del sector público, mientras la inflación se mantiene en 8,7 %, la más alta del G7.

En el Reino Unido, los doctores auxiliares representan cerca de la mitad de los médicos de hospital. El estatuto incluye desde jóvenes médicos recién recibidos a otros con más de ocho años de experiencia. En los últimos meses aumentaron sus movilizaciones.

Arjan Sing, médico de 27 años, se sentó en un piquete frente al University College Hospital de Londres. “El NHS funciona gracias a la buena voluntad (de su personal) y esta es la última oportunidad para cambiarlo”, afirmó.

Con miles de vacantes en el NHS, algunos de sus colegas se plantean marcharse a países que “se preocupan por sus médicos”, agregó.

“Creo que algo debe cambiar, pero temo que la gente, o el gobierno, no escuche y veamos una erosión gradual del NHS que todo el mundo ama”, acotó su colega Rebecca Lissman, de 29 años.

Los médicos denuncian que en los últimos 15 años han sufrido un recorte salarial del 26 % en términos reales, ya que los sueldos no han seguido el ritmo de la inflación.

Salarios en discusión

Quieren recuperar los niveles salariales de 2008-2009, pero el gobierno asegura que eso implicaría un incremento salarial medio del 35 % este año y que es demasiado costoso.

“Podemos cancelar esta huelga si el gobierno británico sigue el ejemplo” del gobierno escocés, que hizo una nueva oferta que condujo a la suspensión del movimiento, indicaron Robert Laurenson y Vivek Trived, responsables de la BMA.

Cuando se anunció el paro, a finales de junio, un portavoz del Ministerio de Salud consideró “extremadamente decepcionante” esta nueva movilización y apuntó que “esos cinco días de huelga comportarían perturbaciones importantes para los pacientes y pondría bajo presión a las otras categorías del personal del NHS”.

El gobierno conservador se declaró dispuesto a “continuar con las discusiones” si se cancelaba el paro y si los huelguistas abandonaban sus “exigencias salariales insensatas”.

El NHS atraviesa una profunda crisis, debilitado por las políticas de austeridad y las consecuencias de la pandemia.

Según datos del BMA, en abril había unas 7,42 millones de personas aguardando tratamiento en Inglaterra, con poco más de 3 millones de pacientes que llevaban más de 18 meses de espera.

Por su parte, los médicos con estatus de “consultante”, más cualificados, presentaron un aviso de huelga para el 20 y 21 de julio.